Mas-Colell esboza su modelo de universidad

El nuevo comisionado de Universidades e Investigación de la Generalitat, el economista Andreu Mas-Colell, dejó entrever el pasado lunes en el Círculo de Economía cuáles son sus prioridades, pero evidenció también que sigue aterrizando en el cargo. Su conferencia -apalabrada cuando, como él mismo reconoció, aún era un "académico independiente"- se centró especialmente en la segunda mitad de sus competencias, los temas de Investigación y Desarrollo (I+D) en Cataluña y las carencias que impiden que este motor del bienestar funcione como debiera. Los problemas del sistema universitario catalán ocu...

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El nuevo comisionado de Universidades e Investigación de la Generalitat, el economista Andreu Mas-Colell, dejó entrever el pasado lunes en el Círculo de Economía cuáles son sus prioridades, pero evidenció también que sigue aterrizando en el cargo. Su conferencia -apalabrada cuando, como él mismo reconoció, aún era un "académico independiente"- se centró especialmente en la segunda mitad de sus competencias, los temas de Investigación y Desarrollo (I+D) en Cataluña y las carencias que impiden que este motor del bienestar funcione como debiera. Los problemas del sistema universitario catalán ocuparon menos espacio en su exposición, si bien apuntó un estilo abierto y explícito a la hora de señalarlos. Entre los asistentes, además de los socios del Círculo de Economía, se pudieron apreciar significativas presencias y ausencias del mundo académico, curiosa muestra de las heridas que ha dejado la batalla que acabó con la destitución de Joan Albaigés del cargo que ahora ocupa Mas-Colell. Estaban los rectores de la Pompeu Fabra, Enric Argullol; de la Universidad de Barcelona, Antoni Caparrós; de la Universitat Oberta de Catalunya, Gabriel Ferraté, y de la Ramon Llull, Miquel Gassiot. No estaban ni su antecesor en el cargo, ni los otros dos rectores de las grandes universidades barcelonesas. El nuevo comisionado se atrevió a señalar en público algunos de los males profundos que aquejan a la universidad. Apuntó a la necesaria revisión de los órganos de gestión, si bien luego no entró en ello, y mostró su preocupación por el alto nivel de fracaso que mostraba el reciente estudio de la Agencia de la Calidad, y propuso que se institucionalizara la posibilidad de que el alumno pudiera decidir a priori la velocidad con la que quiere cursar la carrera. También criticó los actuales planes de estudio, mostrándose partidario de establecer unos primeros ciclos más generalistas, dejando la especialización para más tarde. En este sentido, apuntó a la importante oferta de estudios de tercer ciclo que, dijo, "junto con el clima y la atracción geográfica, podrían convertirse en un producto exportable". Donde se mostró más contundente fue en la relación entre la universidad y la investigación; más concretamente, entre la docencia y la investigación. "La demografía de los profesores es aterradora", dijo, citando un reciente estudio de la UB, y puso como ejemplo el hecho de que en los próximos 18 años tan sólo se van a jubilar 2.300 de los 5.000 profesores doctores que hay actualmente en Cataluña. El problema, apuntó, está en la relación entre docencia e investigación. La llegada a la Universidad de la generación del descenso demográfico, dijo Mas-Colell, "exigirá un menor número de profesores, pero no de científicos", por lo que no es previsible que se creen nuevas plazas titulares. El futuro de los jóvenes investigadores es, pues, prácticamente nulo. En su opinión, debería cambiar el sentido del profesorado universitario, que "tendría que estar más dedicado a la investigación vocacional".

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