El Senado echa por tierra el informe sobre residuos nucleares

Las líneas de la política de residuos radiactivos seguirán en el aire, después de que el Senado echara por tierra el pasado miércoles dos años de trabajo y las comparecencias de 56 expertos sobre la materia. El Partido Popular votó en contra de su propio informe, lo que supone un hecho "insólito" para los socialistas y algo explicable, según el PP. El resultado, en cualquier caso, anula los trabajos de la ponencia sobre residuos y deja en las solas manos del Gobierno del PP determinar qué va a pasar con ellos en el futuro. El portavoz del PP, Juan José Unceta, asegura que votaron en contra d...

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Las líneas de la política de residuos radiactivos seguirán en el aire, después de que el Senado echara por tierra el pasado miércoles dos años de trabajo y las comparecencias de 56 expertos sobre la materia. El Partido Popular votó en contra de su propio informe, lo que supone un hecho "insólito" para los socialistas y algo explicable, según el PP. El resultado, en cualquier caso, anula los trabajos de la ponencia sobre residuos y deja en las solas manos del Gobierno del PP determinar qué va a pasar con ellos en el futuro. El portavoz del PP, Juan José Unceta, asegura que votaron en contra del informe de la ponencia porque los residuos nucleares son "un problema de Estado que exige el consenso de todos los partidos". Y acusa a los socialistas de haber dado "un giro copernicano" en la materia hace seis meses.

El PSOE se abstuvo en la votación del miércoles, pero había manifestado ya sus discrepancias con el texto, consensuado entre el PP y sus socios nacionalistas, CiU y PNV, e incluso había presentado uno alternativo.

Los socialistas no comparten las conclusiones de la ponencia. Ni en lo relativo a la posibilidad de construir un Almacenamiento Geológico Profundo (AGP) para enterrar todos los residuos más radiactivos producidos por las nueve centrales españolas -algunas como Vandellós en fase de desamantelamiento-; ni en la alternativa que defiende el PP: un depósito centralizado para estos residuos que tardan miles de años en perder la radiactividad. El AGP es costoso -más de 300.000 millones de pesetas- y no se sabe si eficaz, argumenta la oposición. El depósito centralizado tampoco es de su agrado porque haría necesarios transportes nucleares a través de la península.

"Nos han engañado"

Pero al margen de estas discrepancias, los socialistas critican también la forma en que éstas se han producido. "Nos han engañado", asegura su portavoz en el Senado, Juan José Laborda, quien advierte que el tema se puede convertir en arma electoral en la próxima cita del 13 de junio. No en vano, dentro de los trabajos de la ponencia, se habían incluido las ayudas a los municipios nucleares. Este es uno de los puntos que los socialistas quieren salvar, así que presentarán una moción al respecto. El otro es el de la dignidad: el Grupo Socialista va a disculparse con los 56 expertos que pasaron por la ponencia.

Al margen de la discusión política -los socialistas no entienden por qué se sometió al pleno un texto no consensuado y el PP argumenta que lo llevó para cumplir el deseo de la oposición-, lo cierto es que la política de residuos radiactivos seguirá por el momento regida por el IV Plan, aprobado por el Gobierno socialista en 1994. Unceta no descarta, sin embargo, que el Gobierno saque adelante su propio Plan de Residuos Radiactivos.

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