Los 'monolingües'
La crónica del festejo que se celebró el sábado en Valencia, publicada ayer, resultó un desastre. No es que en su forma original fuera excelsa (quizá todo lo contrario) sino que incluyó por arte de birlibirloque suertes nuevas del toreo, tales como los monolingües y los derrochases.Debió suceder que se activó el corrector ortográfico del sistema informático y pues no reconocía las voces de la tauromaquia, hizo un barrido barruntativo para sustituirlas por otras de su académico vocabulario que se aproximaran. Y así del torero que se placea dijo que se placa; del sobrado de ...
La crónica del festejo que se celebró el sábado en Valencia, publicada ayer, resultó un desastre. No es que en su forma original fuera excelsa (quizá todo lo contrario) sino que incluyó por arte de birlibirloque suertes nuevas del toreo, tales como los monolingües y los derrochases.Debió suceder que se activó el corrector ortográfico del sistema informático y pues no reconocía las voces de la tauromaquia, hizo un barrido barruntativo para sustituirlas por otras de su académico vocabulario que se aproximaran. Y así del torero que se placea dijo que se placa; del sobrado de recursos, cobrado; a los derechazos que dieron los denominó derrochases y a los molinetes, monolingües. Lo cual, si bien se mira, tampoco es que ande muy descaminado e invita a reflexionar sobre el derroche de monopases que hoy se pegan.
Pero fue peor que también la tomara con los nombres de los toreros, y a Sergio Navarro le llamó Serio; a Rafael Ronquillo, Rencilla. No es que hubiera mala intención. Los ordenadores -igual que algunos- ni imaginan ni piensan, ni sienten ni padecen. Sin embargo lo que salió supuso una falta de respeto a Sergio Navarro y Rafael Ronquillo a quienes pedimos abiertamente, cordialmente, humildemente, perdón.