Crítica:

Cuatro libros del exilio inauguran la nueva Biblioteca Ayala en bolsillo

"Preferí no publicar a que la pata de la dictadura marcara mi obra", señala el escritor

Cuatro obras de Francisco Ayala publicadas en el exilio, dos de ellas hace 50 años, inauguran la Biblioteca Ayala, que saca la editorial Alianza y que se presentó ayer en Madrid. "Es la biblioteca de un hombre que no tiene biblioteca, porque como desde muy joven ya perdió tantas no le vale la pena. Regala los libros, y cuando necesita consultar algo, recurre a la de los amigos", dijo el crítico Rafael Conte en la apertura del acto. El entusiasmo y los halagos a su obra y a su persona llegaron casi a emocionarle: "Me siento muy reconfortado", afirmó el escritor y académico.

La cálida aco...

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Cuatro obras de Francisco Ayala publicadas en el exilio, dos de ellas hace 50 años, inauguran la Biblioteca Ayala, que saca la editorial Alianza y que se presentó ayer en Madrid. "Es la biblioteca de un hombre que no tiene biblioteca, porque como desde muy joven ya perdió tantas no le vale la pena. Regala los libros, y cuando necesita consultar algo, recurre a la de los amigos", dijo el crítico Rafael Conte en la apertura del acto. El entusiasmo y los halagos a su obra y a su persona llegaron casi a emocionarle: "Me siento muy reconfortado", afirmó el escritor y académico.

La cálida acogida contribuyó a paliar su berrinche inicial. La intensa lluvia caída ayer por la tarde en Madrid, el caos circulatorio y la falta de taxis casi le impidieron llegar al Centro Cultural del Círculo de Lectores, donde se celebró el acto. "Una periodista me preguntaba por la tarde", dijo Ayala, "si me siento optimista o pesimista. Yo le dije que ni lo uno ni lo otro, que me limito a observar y pasar el tiempo. Si me lo preguntara ahora, después de la rabieta del taxi, diría que me siento pesimista". La cosa se solucionó porque desde el Círculo se envió un coche a recogerle. Y a la llegada se encontró con un motivo de satisfacción: Círculo de Lectores/ Galaxia Gutenberg regaló a los asistentes el magnífico Retrato de Francisco Ayala, realizado por Rosa Navarro Durán y Ángel García Galiano en la colección Galería de Grandes Contemporáneos.Luis Suñén, director de Alianza, se congratuló del nacimiento de la Biblioteca Ayala. "Es una de las figuras literarias más importantes de nuestro siglo". "Y, además", dijo, "está hecho un pimpollo". Y es verdad. La semana que viene Francisco Ayala cumplirá 93 años, dice él que está viejo y que se cansa, pero tiene una energía vital y una capacidad intelectual envidiables.

Ayala y su concepto del paso del tiempo fue uno de los temas de los que más se habló en la velada literaria. "No estoy aquí para lanzar la Biblioteca Ayala en bolsillo, sino para dar mi testimonio de gratitud a una de las figuras clave de la literatura de este siglo", dijo Conte. "Les contaré el secreto de Ayala. Leí un libro suyo de título muy inquietante, El escritor en su siglo, ¿quién pertenece a quién? ¿el escritor al siglo o el siglo al escritor? Lo de Ayala es el combate de la literatura contra el tiempo. Él ha vivido acompañando al tiempo, no sufriéndolo. Claro que ha sufrido; por ejemplo, ha sabido lo que es el exilio, pero nunca miró hacia atrás, y si lo hizo fue para seguir adelante. Ahora, desde la cumbre de su edad, está al tanto de todo con los ojos muy abiertos y reflexionando sin cesar, como si animara al mundo a seguir adelante. Éste es el secreto, creo, de la obra y de la vida de Francisco Ayala".

Censura

La dictadura franquista quiso censurar la Narrativa completa, que quería publicar en España la editorial Aguilar. "Ayala, al contrario que otros escritores, no se dejó, no permitió que le cambiaran ni una coma, y Aguilar la publicó en México", afirmó Conte. "Preferí que no se publicara una cosa mutilada a que la pata de la dictadura marcara mi obra", dijo el escritor.La profesora Rosa Navarro Durán definió a Ayala "como un excepcional y lúcido testigo, un hombre que sabe escuchar, un hombre de ideas que filtra todo por el cedazo del sentido común". Navarro Durán dijo que la lección sobre la existencia surge en la obra de Ayala sin pretender serlo. "Es una mirada inteligente de la realidad". Navarro Durán se refirió a los cuatro libros que abren esta nueva colección, Los usurpadores, La cabeza del cordero, Muertes de perro y El fondo del vaso, diciendo que tienen la intensidad de obras clásicas que no se gastan nunca. "Siguen abriendo espacios infinitos para la libre imaginación".

El profesor José Carlos Mainer relacionó la publicación de estos títulos con otros que surgieron por la misma época, por ejemplo, 1984, de George Orwell, o El Aleph, de Jorge Luis Borges. Mainer explicó que la elección de las portadas de los libros había sido totalmente planificada por Ayala. "Eligió detalles de obras de Velázquez no de manera inocente". Y comparó el trabajo del pintor con el del escritor. "Velázquez utilizaba pocos fondos. Los fondos abocetados de las novelas y de los relatos de Francisco Ayala sirven para reflejar en primer plano el drama que viven los personajes". Mainer acabó su intervención con un manifiesto de alegría: "Estos libros nunca han dejado de circular, pero ahora es una magnífica oportunidad para que los puedan leer los más jóvenes y se hagan cómplices. Bienvenidos".

Desconexión literaria

A continuación se estableció un diálogo entre los especialistas presentes y Ayala. Se le preguntó, por ejemplo, por su literatura de vanguardia. "Empecé a escribir muy joven y desde la ingenuidad de un escritor de provincias había leído poco. Después me fui a vivir a Madrid y encontré una nueva atmósfera que me descubrió todo un nuevo panorama. Estaba en un grupo y la relación con los demás fue muy importante para la exploración, para nuevos descubrimientos". Fue un periodo relativamente breve. "La guerra civil española, y luego la II Guerra Mundial, produjo la desconexión literaria. A partir de entonces no tuve con quien hablar, empecé a escribir en soledad. El panorama había cambiado".Tras las preguntas, Ayala quiso ofrecer un regalo a los presentes, la lectura de un relato genial, No me quieras tanto, en el que cuenta la historia de una mujer que, abandonada por su pareja, se compra un perro, lo castra, le compra juguetes, lo mima, con mucha ironía, humor y un poco de amargura. Los presentes estallaron en aplausos e incluso se levantaron de las sillas.

"Ya era hora"

Es la primera vez que una editorial publica la obra de Francisco Ayala en bolsillo. El escritor está encantado. "Me parece una edición muy oportuna. Ya era hora de que se reuniera en una colección mi obra, que es muy dilatada. Los libros son muy elegantes, están bien hechos y son muy bonitos. Además, al ser en edición de bolsillo, el precio es muy asequible".Las portadas de los cuatro primeros títulos de la Biblioteca Ayala están ilustradas con detalles de pinturas de Velázquez, que el propio escritor ha seleccionado con los editores: Los usurpadores, con Las Meninas; La cabeza del cordero, con La rendición de Breda; Muertes de perro, con Diego Corral y Arellano, y El fondo del vaso, con El bufón. El primo. Los libros cuestan entre 750 y 900 pesetas.

Los usurpadores y La cabeza del cordero, dos libros de relatos, son de 1949 y no pudieron publicarse en España en aquel tiempo. En la primera aborda el tema del poder ejercido por el hombre en sus semejantes. "A partir de diferentes planos del pasado reflejo angustias muy de nuestro tiempo". La novela trata del "pavoroso asunto" de la guerra civil. Le llena de recuerdos: "Fue una época muy importante de mi vida, acabada la guerra y en el exilio".

Las novelas Muertes de perro (1958) y El fondo del vaso (1962), aunque autónomas, forman un conjunto que versa sobre la lucha por el poder.

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