Feliu pasó su secuestro en un 'zulo' en el pueblo de Sant Pere de Torelló
Nadie parecía extrañado ayer en Sant Pere de Torelló de que el zulo donde Maria Àngels Feliu estuvo secuestrada durante 492 días se encontrara en plena población. Lo que causó más sorpresa fue que en el secuestro estuviera implicado el matrimonio formado por Ramon Ullastre y Montserrat Teixidor, y que el zulo se encuentre previsiblemente en la casa donde viven, situada en el centro del casco urbano.
Sant Pere de Torelló es un municipio de 2.000 habitantes, con un término municipal muy montañoso y con más de 60 masías dispersas, situado en la comarca de Osona, en el centro de Cataluña. E...
Nadie parecía extrañado ayer en Sant Pere de Torelló de que el zulo donde Maria Àngels Feliu estuvo secuestrada durante 492 días se encontrara en plena población. Lo que causó más sorpresa fue que en el secuestro estuviera implicado el matrimonio formado por Ramon Ullastre y Montserrat Teixidor, y que el zulo se encuentre previsiblemente en la casa donde viven, situada en el centro del casco urbano.
Sant Pere de Torelló es un municipio de 2.000 habitantes, con un término municipal muy montañoso y con más de 60 masías dispersas, situado en la comarca de Osona, en el centro de Cataluña. Esta zona fue rastreada por la Guardia Civil hace años porque pensaban que el zulo tenía que estar en alguna de sus masías.Pero el escondrijo estaba seguramente en el mismo pueblo, en el domicilio del matrimonio, en el pasaje de Pujal número 8, una casa adosada con un gran subterráneo totalmente insonorizado. En este espacio Ullastre tiene una colección de serpientes, escorpiones y animales exóticos.
La detención del matrimonio se efectuó poco antes de las 10.30 horas. Desde hacía unos días la policía ya controlaba los movimientos de la pareja. Ayer por la mañana Ramon Ullastre salió de su casa a las nueve para llevar a su hija al colegio y cuando regresó actuó la Guardia Civil. Siempre según la versión de los vecinos, Ullastre opuso bastante resistencia a los agentes de la Guardia Civil, que tuvieron que reducirle delante del portal de su casa cuando bajaba del coche. Cuando ya estaba en el suelo, Ullastre gritó: "¡Montse, no abras!" para alertar a su mujer de la presencia de la policía.