Cartas al director

Paciencia

En su edición del domingo 31 de enero, leo que "la crisis de los pescadores ha colmado la paciencia del Gobierno español sobre Gibraltar". A continuación se comenta que "el ministro dejó claro que el Gobierno quiere sentar las bases "para la próxima desaparición de una de las últimas colonias de Europa". Paciencia es algo que necesitan tener los pescadores que no pueden trabajar y los inocentes viajeros que se ven obligados a esperar horas en cola para cruzar la frontera por culpa del contencioso. Antes de tomar posturas rígidas en este debate, yo recomendaría que todo el mundo interesado leye...

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En su edición del domingo 31 de enero, leo que "la crisis de los pescadores ha colmado la paciencia del Gobierno español sobre Gibraltar". A continuación se comenta que "el ministro dejó claro que el Gobierno quiere sentar las bases "para la próxima desaparición de una de las últimas colonias de Europa". Paciencia es algo que necesitan tener los pescadores que no pueden trabajar y los inocentes viajeros que se ven obligados a esperar horas en cola para cruzar la frontera por culpa del contencioso. Antes de tomar posturas rígidas en este debate, yo recomendaría que todo el mundo interesado leyera (o volviera a leer) las palabras tan sensatas escritas por el catedrático Jesús Mosterín en un artículo publicado en EL PAÍS del viernes 7 de agosto de 1992. Su ensayo comenzó diciendo que "todas las fronteras del mundo son arbitrarias y absurdas.(...). Las fronteras de Europa no son excepción, carecen de toda lógica(...) y, salvo el español, ningún Gobierno pretende cambiarlas en absoluto(...). El presunto problema de Gibraltar no es un problema económico de ningún andaluz, ni es problema real de ningún español. Es sólo un seudoproblema de una España ficticia concebida como entidad cuasi religiosa en busca de desagravios".

Mosterín dice que es por culpa del Gobierno español que Gibraltar sigue siendo colonia, ya que ha impedido que el Reino Unido le conceda la independencia. Esta postura no parece haber cambiado, ya que, en el perfil de Peter Caruana, en el suplemento Domingo del 31 de enero de 1999, se comenta que España incluso impide que el Peñón se convierta en territorio del Reino Unido parecido a las islas Man y Jersey.

Como dijo el señor Mosterín: "El día que dejemos de amenazarlos con la anexión, los gibraltareños perderán su interés por depender del Reino Unido y serán un Montecarlo cualquiera, pacífico y pintoresco". Él lo llama "la rancia y empecinada reivindicación española sobre Gibraltar". Parecen ser los llanitos quienes necesitan la paciencia.- .

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