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La firma almeriense se amplía al campo del tratamiento de residuos tóxicos De trapería a factoría ecológica

EMPRESAS» Reciclajes SierraLo de juntar chatarra y venderla a peso tiene su intríngulis, como las fluctuaciones de la mismísima bolsa neoyorquina. No se trata sólo de apilar todo tipo de metales y comprimirlos en paquetes de 1x60 tamaño horno, principal labor de Reciclajes Sierra, empresa almeriense de tradición chatarrera. Existen unas leyes de mercado que se traducen en normas para los buscavidas que, dependiendo de cómo esté el kilogramo de hierro, se dedican o no a reportar material de reciclaje a la chatarrería. Son temporeros por voluntad, no por necesidad. Ahora, eso de la crisis en lo...

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EMPRESAS» Reciclajes SierraLo de juntar chatarra y venderla a peso tiene su intríngulis, como las fluctuaciones de la mismísima bolsa neoyorquina. No se trata sólo de apilar todo tipo de metales y comprimirlos en paquetes de 1x60 tamaño horno, principal labor de Reciclajes Sierra, empresa almeriense de tradición chatarrera. Existen unas leyes de mercado que se traducen en normas para los buscavidas que, dependiendo de cómo esté el kilogramo de hierro, se dedican o no a reportar material de reciclaje a la chatarrería. Son temporeros por voluntad, no por necesidad. Ahora, eso de la crisis en los Balcanes parece haber abaratado drásticamente el metal español y la cosa está "floja" por los materiales procedentes de allí. "El precio depende de los fundidores. Ahora se está trayendo chatarra del Este de Europa, de la zona yugoslava, muy buena y muy barata, y por eso en este momento sólo te dan entre cuatro o cinco pesetas por el kilo", explica Jesús Sierra, gerente de la empresa que recoge por cuenta propia y ajena metales, plástico y papel para reciclar. Los clásicos chatarreros se acercan hasta el solar de este empresario de 26 años, licenciado por la Universidad de Almería, para vender su colecta. "Sólo con estas personas he llegado a hacer 500 toneladas mensuales. Cuando está a buen precio, es una forma estupenda de ganarse la vida desahogadamente", matiza el empresario. Sin embargo, el trabajo de Jesús y de la persona a la que tiene contratada el año entero no está a merced de quienes se acerquen hasta allí para vender los despojos de los barrios de la ciudad. Con una pequeña furgoneta ellos mismos recorren talleres de forma asidua o incluso instituciones oficiales que desean la destrucción de muchos documentos. Pero el problema del transporte es la clave dentro del sector del reciclaje. De ahí depende la rentabilidad de una paciente labor de recogida entre las sobras de comercios y sectores industriales. Con el papel, aquí en España, parecen quedar muchas cuestiones pendientes. "En otros países europeos, empresas como la nuestra están subvencionadas, por ejemplo, a cuatro pesetas el kilo de cartón. Aquí sin embargo está muy mal pagado. Por eso el papel que se recicla en España es extranjero y el nuestro lo queman". La afirmación de Jesús Sierra va acompañada de un matiz reivindicativo por lo que considera "competencia desleal" de Remeal, la empresa que recicla el papel de los grandes bidones azules de la ciudad de Almería previo transporte de las toneladas por cuenta del Ayuntamiento. Las dos pesetas de portes, otras dos por el prensado y unas tres por el envío a las papeleras, impide que Reciclajes Sierra ofrezca un precio "goloso" para los recolectores de papel que optan por el metal, "siempre" mejor valorado. "El mejor reciclaje consiste en tener dinero. Pagando seis o siete pesetas el kilo, no se vería ni una cajetilla de cerillas por las calles y habría mucha menos delincuencia", reflexiona Sierra. Su experiencia le ha otorgado un termómetro delictivo envidiable para los servicios policiales: si se abaratan los materiales, los robos y tirones se incrementan en la ciudad. El joven empresario no descarta presentar al Ayuntamiento un proyecto piloto que permita a una familia seleccionar papel en el vertedero y en las calles que permita resolver una necesidad empresarial, de un lado, y la demanda de empleo por otro. Las labores de trapero del abuelo de Jesús, allá por los años 30, le han dejado en herencia una auténtica factoría potencial de reciclaje que pretende funcione a todo rendimiento en unos meses. Lo que empezó con la recolección del esparto y telas de su abuelo se convertirá en breve en una planta de tratamiento de residuos tóxicos y desguace de vehículos. Jesús lo denomina la "revolución", por cuanto supone un cambio de mentalidades para trabajar a lo "grande" y "bien". A partir de mayo no será difícil ver entrar un coche al que en 15 minutos se le extirpe la batería y los aceites, que recibirán el tratamiento adecuado mientras la chapa se comprime en un paquete de 50x30 centímetros. Reciclajes Sierra será empresa pionera en Almería en poseer el título de gestor de residuos sólidos tóxicos para culminar ese sueño de factoría medioambiental. El perfeccionamiento en la recogida del hierro y el papel -de la que no tirará la toalla para conseguir facilidades de las administraciones- afianzarán la desenvuelta marcha de una empresa que ya mira al siglo XXI. MARÍA JOSÉ LÓPEZ DÍAZDirección C/ Polígono San Rafael Nave 19 Huércal de Almería. Tlf. 950 14 37 57 Empleos 2 fijos y 8 eventuales Facturación 25 millones Producción Compresión de materiales para reciclaje Una familia que seleccione papel resuelve una necesidad empresarial y una demanda de empleo

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