Expertos exigen en Valencia protección para los datos genéticos del individuo

"Es preciso poner límites a la manipulación del material genético", como, por ejemplo, "prohibir la creación de un híbrido entre un ser humano y un animal". Junto a esta premisa, el magistrado de la Corte Suprema de Australia Michael Kirby enumeró ayer otras nueve normas destinadas a proteger la libertad humana frente a los peligros que se pueden derivar del Proyecto Genoma Humano (el descifrado de los 100.000 genes de nuestra especie) y, más en general, de los avances de la genética y la biología reproductiva.En la jornada inaugural del I Encuentro Internacional sobre Libertad y Situaciones d...

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"Es preciso poner límites a la manipulación del material genético", como, por ejemplo, "prohibir la creación de un híbrido entre un ser humano y un animal". Junto a esta premisa, el magistrado de la Corte Suprema de Australia Michael Kirby enumeró ayer otras nueve normas destinadas a proteger la libertad humana frente a los peligros que se pueden derivar del Proyecto Genoma Humano (el descifrado de los 100.000 genes de nuestra especie) y, más en general, de los avances de la genética y la biología reproductiva.En la jornada inaugural del I Encuentro Internacional sobre Libertad y Situaciones de Riesgo,celebrada ayer en Valencia, el magistrado se mostró convencido de que el descubrimiento del mapa genético del ser humano abrirá las puertas al remedio de las más de 4.000 enfermedades hereditarias.

Los análisis genéticos personales, sin embargo, pueden volverse en contra del individuo y discriminarle si revelan una tendencia a sufrir ciertas dolencias o a mostrar ciertas características.

El decálogo pretende ser, en boca del magistrado, una garantía para evitar que las desventajas y las diferencias genéticas puedan ser utilizadas para "ser rechazado en un trabajo, impedir la formalización de un seguro sanitario o de vida, o negar la condición de inmigrante".

Kirby, miembro del Comité de Ética de la Organización del Genoma Humano, incluye en su decálogo la necesidad de que las leyes que regulen la actividad genética se basen en argumentos científicos, "no en prejuicios", propone la búsqueda de soluciones válidas para cualquier país y pide afrontar los problemas de forma "realista". Solicita también que se implique a la opinión pública en la búsqueda de soluciones y exige la necesidad de instituciones de debate internacionales a pesar de la dificultad de "alcanzar principios universales".

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