La fiscalía abre diligencias contra dos granjeros de Soses por verter purines

La Fiscalía de Lleida ha abierto diligencias de investigación penal contra los propietarios de dos granjas de cerdos del término municipal de Soses (Segrià) por un presunto delito ecológico, después de que la entidad ecologista Ipcena les denunciara ante el Departamento de Medio Ambiente como responsables de un vertido ilegal de purines que ha contaminado los acuíferos subterráneos de la zona y los campos próximos. Los residuos producidos por una de las granjas equivalen a los de una población de 15.000 habitantes. Ipcena considera que las dos explotaciones ganaderas denunciadas, una de ellas...

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La Fiscalía de Lleida ha abierto diligencias de investigación penal contra los propietarios de dos granjas de cerdos del término municipal de Soses (Segrià) por un presunto delito ecológico, después de que la entidad ecologista Ipcena les denunciara ante el Departamento de Medio Ambiente como responsables de un vertido ilegal de purines que ha contaminado los acuíferos subterráneos de la zona y los campos próximos. Los residuos producidos por una de las granjas equivalen a los de una población de 15.000 habitantes. Ipcena considera que las dos explotaciones ganaderas denunciadas, una de ellas con 5.000 madres reproductoras, son las responsables de almacenar de forma ilegal 29 millones de litros de residuos porcinos en la zona de La Vall, al noreste de Soses. La gran cantidad de purines vertidos de forma incontrolada origina inundaciones en los campos que se encuentran en la parte baja del valle. Una parte de los líquidos se filtra en las tierras y contamina los acuíferos, mientras que otra va a parar a las acequias de riego, que según la denuncia son utilizadas como sistema de evacuación de los purines desde las granjas hasta los campos de cultivo, convertidos en depósitos clandestinos. Joan Vázquez, presidente de Ipcena, solicita la clausura cautelar de las dos granjas causantes del vertido. Los residuos producidos por la granja de 5.000 cerdas equivalen a los de una población de 15.000 habitantes, por lo que las ocho hectáreas de superficie afectada soportan una dosis de nitrógeno superior en un 5.000% a lo establecido por la normativa vigente en materia de estiércol o residuos ganaderos. La cantidad máxima de nitrógeno que se permite almacenar en los campos de cultivo es de 210 kilos por año y hectárea. Depurador en Isona La intervención de la fiscalía coincide con el anuncio, por parte del Departamento de Medio Ambiente, de la luz verde a una depuradora mixta de purines y aguas residuales en Isona, una de las zonas con mayor concentración de explotaciones ganaderas porcinas. El convenio para la construcción de esta planta ha sido firmado esta misma semana por el departamento y representantes del municipio de Isona y del consejo comarcal del Pallars Jussà. El acuerdo prevé la inversión de 210 millones de pesetas para construir una depuradora de aguas residuales y eliminar buena parte de los purines producidos en la propia comarca. Medio Ambiente aportará 125 millones y el resto procederá de capital privado. La instalación estará ubicada en el sur de Serrat dels Espinyers (Isona) y permitirá tratar aguas residuales de la población con un caudal de disolución de 80 metros cúbicos por hora, al mismo tiempo que 15 metros cúbicos de purines cada día. La planta dispondrá de una línea de tratamiento de purines constituida por un depósito de recepción y regulación de 600 metros cúbicos, seguida de un proceso de centrifugado, tratamiento biológico y fisicoquímico, además de una sistema de tratamiento para la eliminación de nutrientes.

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