Ibarrola pide que se mire a los vascos como al resto de los españoles

"Mi mensaje para los ciudadanos del resto de España es que no piensen que vivimos lejos, en Bosnia, sino que sientan que las palabras suyas y las nuestras son las mismas", dijo ayer el pintor Agustín Ibarrola en la última jornada del homenaje que esta semana se le ha tributado en Madrid. Jon Juaristi e Imanol Uribe, que participaron ayer en un debate sobre la cultura vasca, criticaron el comportamiento nacionalista hacia los artistas que no sienten igual.

"No sabéis con qué ilusión sigo pensando en crear. A mí este homenaje me va a servir mucho para trabajar y también para ser menos ásp...

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"Mi mensaje para los ciudadanos del resto de España es que no piensen que vivimos lejos, en Bosnia, sino que sientan que las palabras suyas y las nuestras son las mismas", dijo ayer el pintor Agustín Ibarrola en la última jornada del homenaje que esta semana se le ha tributado en Madrid. Jon Juaristi e Imanol Uribe, que participaron ayer en un debate sobre la cultura vasca, criticaron el comportamiento nacionalista hacia los artistas que no sienten igual.

"No sabéis con qué ilusión sigo pensando en crear. A mí este homenaje me va a servir mucho para trabajar y también para ser menos áspero, aunque seguiré siendo crítico", declaró el artista con la voz y la mano temblorosas. En el homenaje, que ayer finalizó, organizado por el Círculo de Bellas Artes y el Grupo PRISA, acompañaron al pintor Joaquín Almunia, Alfonso Guerra, Ramón Jáuregui, el Ararteko (Defensor del Pueblo en el País Vasco), Xabier Markiegui; Rosa Díez, ex consejera de Comercio y Turismo del País Vasco; el pintor Fernando Verdugo, las novelistas Lourdes Ventura y Ana Rosetti, entre otros. Y, fiel a sí mismo, Ibarrola se quejó. Por un lado, del frente cultural de carácter nacionalista que le dejó "fuera de la circulación", conformando un tipo de estética nacionalista en el que él no cabía. "La caza de brujas no ha sido aparatosa", afirmó. "Realmente no han dejado un lugar. Multitud de artistas han desaparecido, no existen". Pero el artista vasco también se lamentó de que "las fuerzas progresistas en Euskadi hayan dejado la cultura en manos del nacionalismo". "El nacionalismo concibe el arte como ostentación y el summum es el Guggenheim, la obra de un arquitecto canadiense. Ya lo dijo ese prodigio de las letras vascas que es Anasagasti: "El museo es un logro del nacionalismo", exclamó el escritor Jon Juaristi. Y para sortear "las escasas condiciones que se dan en el País Vasco para crear", el autor de El bucle melancólico recomendó seguir pintando, esculpiendo o haciendo cine. Lo importante es pasar el rato, señaló parafraseando a Baroja.

Naturalidad

Imanol Uribe recordó cómo allá por los años ochenta los cineastas organizaban multitud de coloquios con el título ¿Qué es el cine vasco? "Y ahí empezaba y acababa el coloquio. Entonces había mucha ilusión, mucha gente que quería hacer cine allí y pensamos que se quería crear un sustrato". Cuando el moderador José María Calleja le pidió una receta, el director de Días contados respondió: "Pediría que allí se hiciera cine con naturalidad".El profesor de Estética de la Universidad del País Vasco Carlos Martínez Gorriarán dijo que el papel del arte en el País Vasco está reflejado en el Guggenheim, "un museo prêt-à-porter como edificio, pero muy curioso como museo de arte contemporáneo, que cumple el objetivo de insertar por fin al País Vasco en la modernidad".

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