Turrón amargo en Pamplona

La familia de la cooperante navarra secuestrada en Colombia aguarda con esperanza las negociaciones que Gobierno y guerrilla iniciarán el día 7

Nadie muerde la mano que le da de comer. Con esa creencia, Camino Villanueva, la cooperante navarra de 26 años secuestrada el pasado 8 de diciembre junto a dos compañeras colombianas y a un ingeniero del país, decidieron pasar un día de asueto en un merendero con aguas termales. Por eso ni se extrañaron cuando un peatón les pidió que aparcaran el coche un momento. ¿Quién iba a tocar ni siquiera un pelo de cinco tipos que estaban llevando trabajo para el pueblo, proyectos, planes,estudios para salir de la pobreza?En Colombia, más de 2.000 personas fueron secuestradas en 1998, pero apenas se hab...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Nadie muerde la mano que le da de comer. Con esa creencia, Camino Villanueva, la cooperante navarra de 26 años secuestrada el pasado 8 de diciembre junto a dos compañeras colombianas y a un ingeniero del país, decidieron pasar un día de asueto en un merendero con aguas termales. Por eso ni se extrañaron cuando un peatón les pidió que aparcaran el coche un momento. ¿Quién iba a tocar ni siquiera un pelo de cinco tipos que estaban llevando trabajo para el pueblo, proyectos, planes,estudios para salir de la pobreza?En Colombia, más de 2.000 personas fueron secuestradas en 1998, pero apenas se había atacado nunca a miembros de Organizaciones No Gubernamentales (ONG).

Pero corren tiempos cruciales en Colombia. La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) iniciará el próximo 7 de enero conversaciones con el Gobierno en la zona de San Vicente del Caguán, provincia del Caquetá, en plena jungla controlada por los insurgentes. Y aunque aún no se sabe con certeza quién les secuestró, todas las miradas se vuelven hacia ese grupo. La familia de Camino Villanueva espera en Pamplona la llegada de esas conversaciones el día 7.

Los grupos guerrilleros viven en buena medida de la extorsión y el secuestro. Fuentes del ministerio de Defensa aseguran que las FARC por sí solas tienen una renta diaria de entre 1.000 y 2.000 millones de pesos, de 100 a 200 millones de pesetas. Se calcula que al menos la mitad provienen de secuestros y extorsiones. La otra mitad, proviene de los peajes que piden a los traficantes de cocaína.

Los cooperantes actuaron con relativa tranquilidad durante el suceso. "Si buscáis dinero, no habéis venido al mejor sitio", les advirtieron a sus asaltantes. Éstos, que aparecieron armados con granadas, reconocieron que se habían confundido, que no esperaban encontrarse con cooperantes. Pero eso no les frenó.

Liberaron a una de sus víctimas a la que le dieron la frecuencia de una emisora de radio donde debía esperar "desde ya" las exigencias de los secuestradores. Desde entonces, la familia ha vivido -nochebuena, navidad, nochevieja y año nuevo incluidos- sólo para el teléfono. De los contactos mantenidos con los captores, la familia no quiere ofrecer detalles.

Por ahí les han llegado las noticias de la solidaridad que se ha demostrado por su hija en todo el país. Todo el que tiene algo que ver en Colombia con la ayuda humanitaria se ha movilizado. Cuanto más tiempo pasen secuestrados, peor será el precedente y mayor la amenaza para el futuro de cualquier cooperante en Colombia.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Fuentes de las ONG donde ella ha trabajado aseguran que Camino es un claro ejemplo del nuevo modelo de ayudante: un profesional muy bien cualificado y una joven a la que le cuesta mucho mirar para otro lado cuando ve la miseria y el sufrimiento.

Antes de viajar hace dos años a ese país, a Camino se la rifaban por igual las multinacionales y las ONG. Su currículo hablaba por ella: perfecto dominio de inglés, francés y alemán, licenciada en Económicas por la universidad de Navarra, becada por el programa Erasmus en Toulouse (Francia), especializada en Ayuda Internacional por la universidad de Deusto (Bilbao) y la Ruhr Universität Bochum, de Alemania. Y todo ello con becas.

Cuando cumplió 18 años a su padre le descubrieron un cáncer y murió en menos de un mes. "Desde entonces", señala un familiar, "todos en la familia aprendimos que lo importante en esta vida es hacer lo que uno quiere, sin herir a nadie". Y ella quería ayudar a los más necesitados.

A los seis meses de concluir la carrera se embarcó en un proyecto de Médicos sin Fronteras. Su cometido era supervisar diversos programas sanitarios, primero en aldeas de Colombia y después en los arrabales más pobres de Bogotá. Para eso hacía falta dinero, mucho dinero. Y ella lo consiguió de la Unión Europea.

"Al cabo de año y medio", continúa el citado familiar, "volvió muy cansada psicológicamente, pero tenía claro que quería seguir ayudando al pueblo de Colombia".

Entonces presentó su currículo en CIDEAL, una ONG que promueve proyectos entre Europa y América Latina, y ahí la contrataron. Camino estaba montando unos talleres donde las amas de casa y los jóvenes en paro van a fabricar productos artesanales para exportar a Europa.

La última vez que su familia habló con ella fue justo la noche antes del secuestro. "Iba a venir ahora a pasar las navidades con nosotros".

Ahora, sólo queda esperar.

Sobre la firma

Archivado En