El IVAM exhibe el mundo infantil ideado por las vanguardias europeas

La muestra reúne obras de Picasso, Calder, Rodchenko o Schwitters

Los artistas más representativos de las vanguardias europeas de entreguerras encontraron en los niños un vehículo idóneo para plasmar sus inquietudes y cambiar la sociedad. Esta preocupación se tradujo en juguetes, pinturas, libros, cuadernos, carteles, muebles y otros objetos que ahora ha reunido el IVAM en Infancia y arte moderno, la primera exposición internacional que estudia la producción dirigida a la infancia realizada por las vanguardias.

Otras exposiciones han abordado la misma temática con anterioridad, como la dedicada a los juguetes de Torres-García que organizó el propio IV...

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Los artistas más representativos de las vanguardias europeas de entreguerras encontraron en los niños un vehículo idóneo para plasmar sus inquietudes y cambiar la sociedad. Esta preocupación se tradujo en juguetes, pinturas, libros, cuadernos, carteles, muebles y otros objetos que ahora ha reunido el IVAM en Infancia y arte moderno, la primera exposición internacional que estudia la producción dirigida a la infancia realizada por las vanguardias.

Otras exposiciones han abordado la misma temática con anterioridad, como la dedicada a los juguetes de Torres-García que organizó el propio IVAM; pero ninguna ha aportado una visión global sobre esta singular y fructífera relación como la muestra inaugurada ayer, según destacaron el comisario de la misma, Carlos Pérez, y el director del museo valenciano, Juan Manuel Bonet.La exposición, que cuenta con más de 500 piezas, reúne obras de la Bauhaus, Rodchenko, Maiakovsky, Torres-García, Schwitters, Ledevev, Munari o El Lissitzky, entre otros artistas que dedicaron parte de su producción al mundo infantil. Picasso, Miró y Calder también están presentes en la muestra en representación de los artistas que se acercaron circunstancialmente a la preocupación estética de las vanguardias europeas por sintonizar con las nuevas ideas sociales que, en el campo de la renovación pedagógica, significaron enterrar la máxima de que la letra con sangre entra.

Las obras, de marcado carácter lúdico y didáctico, proceden de múltiples museos y colecciones privadas de Europa. Muebles y objetos de la escuela comunista soviética y del fascismo italiano comparten espacio en las salas del IVAM. No en vano, las piezas están inscritas en la estética del futurismo italiano, el neoplasticismo holandés, el funcionalismo checo, el constructivismo ruso y la Bauhaus. En el caso de España, la guerra civil apenas concedió tiempo para que artistas y pedagogos pudieran materializar sus propuestas modernas. Sin embargo, hubo algunos proyectos destacables en este sentido. En Barcelona, la Editorial Muntañola difundió ilustraciones de Rafael Barradas, Josep Obiol o Apa (Feliu Elias). El primero de ellos, junto a Torres-García, Ferrant, Bon (Ramón Bonet) y Tono (Antonio Lara), fueron los más representativos del escaso grupo de artistas que optaron, en su relación con el mundo de los niños, por lenguajes de vanguardia. Las Misiones Pedagógicas de la República, en las que colaboraron artistas como Ramón Gaya o José Val de Omar, también constituyeron un ejemplo en este sentido.

A pesar de las diferentes procedencias y escuelas estéticas de las obras, la exposición, que se clausura el 8 de marzo, tiene un claro denominador común: el ánimo de los artistas por inocular a los niños la expresión de la modernidad a través de formas y materiales inusuales.

El recorrido empieza por mostrar las obras de los artistas como Miró, Picasso y Calder; continúa con las distintas escuelas (holandesa, rusa, checa...) y concluye en una gran sala que reúne los diseños de la Bauhaus o de Bruno Munari, entre otros, del mobiliario destinado a los niños.

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