Crítica:FLAMENCO

Y Chano lloró

La emoción le pudo. Al final de su homenaje, cuando trataba de "defenderse" de las ovaciones clamorosas de un público amigo puesto en pie, Chano Lobato tuvo que desplegar una vez más su blanco pañuelo y enjugarse las lágrimas. Salió con muchos nervios a flor de piel, pero una vez que los hubo capeado desenfundó todo el lucerío de su cante inundado de sol gaditano y la noche ya fue una fiesta constante.Chano cantó bien, como siempre canta él. Su cante por soleares le salió de los hondones del alma, doliéndose, como si en él le fuera la vida. Después, por bulerías, en el homenaje propiamente dic...

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La emoción le pudo. Al final de su homenaje, cuando trataba de "defenderse" de las ovaciones clamorosas de un público amigo puesto en pie, Chano Lobato tuvo que desplegar una vez más su blanco pañuelo y enjugarse las lágrimas. Salió con muchos nervios a flor de piel, pero una vez que los hubo capeado desenfundó todo el lucerío de su cante inundado de sol gaditano y la noche ya fue una fiesta constante.Chano cantó bien, como siempre canta él. Su cante por soleares le salió de los hondones del alma, doliéndose, como si en él le fuera la vida. Después, por bulerías, en el homenaje propiamente dicho que le rindieron algunos de sus mejores compañeros, estuvo sembrao. Le cantó a Sara Baras y ella bailó a su cante. Carmen Linares cantó por alegrías, y José Mercé hizo unas soleares que nos dejaron estremecidos. Los dos sentados junto a Chano y el guitarrista Cortés. Un cuadro reducido, pero de lujo.

Homenaje a Chano Lobato

Cante: Chano Lobato, Carmen Linares, José Mercé. Baile: Sara Baras. Toque: Miguel Ángel Cortés. Colegio de Médicos. Madrid, 28 de noviembre.

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