El comisario Bangemann propone la libertad de precios para las medicinas en la UE

La mayoría de la Comisión se opone a la liberalización por sus "riesgos sociales"

El comisario de Industria, el liberal alemán Martin Bangemann, propondrá hoy al pleno de la Comisión Europea una liberalización global del mercado farmacéutico. La piedra angular del proyecto es la libertad de precios, con la consiguiente renuncia de los Gobiernos a intervenir sobre los mismos, aunque no a subvencionar su uso en los sistemas de sanidad pública. Una mayoría del colegio de comisarios se opondrá a la propuesta, por sus riesgos sociales y por tratarse de una competencia nacional, pero el titular de Industria insistirá hasta la saciedad.

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El comisario de Industria, el liberal alemán Martin Bangemann, propondrá hoy al pleno de la Comisión Europea una liberalización global del mercado farmacéutico. La piedra angular del proyecto es la libertad de precios, con la consiguiente renuncia de los Gobiernos a intervenir sobre los mismos, aunque no a subvencionar su uso en los sistemas de sanidad pública. Una mayoría del colegio de comisarios se opondrá a la propuesta, por sus riesgos sociales y por tratarse de una competencia nacional, pero el titular de Industria insistirá hasta la saciedad.

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La liberalización propuesta por Bangemann se plasmaría, sobre todo, en las siguientes medidas, contenidas en el proyecto de comunicación, al que ha tenidos acceso EL PAÍS:Libertad de precios. Los "controles de precios" que se mantienen actualmente podrían anularse, aunque con medidas de acompañamiento social para los pacientes económicamente más débiles. La libertad de precios, "teniendo en cuenta que el mercado es competitivo, podría reducir considerablemente el precio", al fomentar las economías de escala de los laboratorios.

'Medicamentazos'. Eliminar de las listas ciertas prescripciones que pueden ser útiles para la autoterapia "puede aumentar la conciencia del coste" de los fármacos. Este efecto podría "reforzarse reduciendo el reembolso" por la Seguridad Social "de los productos con efectos terapéuticos menos evidentes".

Techos máximos de reembolso. Habría que fijar unos "precios de referencia" sobre el baremo de las especialidades más baratas y establecer "techos máximos" para el reembolso. Ello impulsaría a los laboratorios a rebajar sus precios y motivaría a médicos y pacientes para que eligiesen los específicos más baratos dentro de una misma categoría.

Impulsar la prescripción de genéricos. Aumentaría la competencia. Las autoridades sanitarias deberían acelerar el otorgamiento de licencias.

Bangeman contempla la liberalización como una tercera vía superior a otras dos alternativas. Una es dejar que las cosas sigan como están, con lo que se corre el "riesgo de que se acabe con una segmentación a largo plazo" del mercado farmacéutico, contraria a los principios que establecieron el mercado interior europeo. La otra consiste en "forzar la convergencia de precios entre los Quince", pero eso requeriría "un procedimiento centralizado" para la fijación de precios.

La filosofía que inspira esta propuesta arranca de que la industria farmacéutica europea "puede estar perdiendo competitividad" con respecto a la estadounidense, mucho más liberalizada.

La declarada opción de Bangemann por una de las tres opciones analizadas y el peso competencial de los Estados nacionales en este asunto son los principales factores que articulan la oposición al documento de la mayoría de sus colegas.

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