El director de la oficina europea dice que la ayuda humanitaria es sagrada
Alberto Navarro, director de la oficina de ayuda humanitaria de la UE (ECHO), aplaudió ayer el desbloqueo de los 60.000 millones incluidos en el Presupuesto de 1999, porque la ayuda a los pueblos en catástrofe es un valor "sagrado", dijo, que debe quedar al margen de toda consideración política. La eurocámara decidió ayer no bloquear ese dinero, como había solicitado el eurodiputado del PP Juan Manuel Fabra por un caso de fraude en los contratos, que ahora permitirá, según Navarro, reforzar los mecanismos de control.
Navarro, que ayer pronunció en Valencia la lección inaugural del Máste...
Alberto Navarro, director de la oficina de ayuda humanitaria de la UE (ECHO), aplaudió ayer el desbloqueo de los 60.000 millones incluidos en el Presupuesto de 1999, porque la ayuda a los pueblos en catástrofe es un valor "sagrado", dijo, que debe quedar al margen de toda consideración política. La eurocámara decidió ayer no bloquear ese dinero, como había solicitado el eurodiputado del PP Juan Manuel Fabra por un caso de fraude en los contratos, que ahora permitirá, según Navarro, reforzar los mecanismos de control.
Navarro, que ayer pronunció en Valencia la lección inaugural del Máster en Instituciones y Políticas Comunitarias de la Universidad de Valencia, con el título Ayuda humanitaria: el rostro humano de la UE, señaló que el Parlamento Europeo no puede bloquear nunca los fondos destinados a los pueblos en situaciones de emergencia, porque la ayuda humanitaria es "sagrada". "¿Qué tiene que ver un niño de Sudán con los conflictos políticos?", se preguntó Navarro, quien mostró su preocupación por el impacto que el bloqueo de la ayuda pudiera causar en las víctimas, en la opinión pública y en las ONG. El director de ECHO desde 1997 lamentó el fraude cometidoen la etapa en la que dirigía la oficina su predecesor en el cargo, Santiago Gómez Reino (y descubierto tardíamente), pero sin perder el optimismo: "La Comunidad Europea se ha hecho a base de crisis y eso siempre renueva", dijo. Su opinión es que de esta crisis -provocada por unos contratos ficticios de los que se beneficiaron un empresario francés y un funcionario de ECHO- se debe salir con más ánimos y con la idea clara de la necesidad de reforzar los mecanismos de control. Navarro recordó que desde 1995 ECHO hace auditorías y revisa las cuentas (hasta ahora se ha comprobado el 82% del dinero gastado por la oficina) y añadió que no existe otro departamento en la Unión Europea que haya tenido tantos controles. A su juicio no se puede paralizar el dinero y enviarlo a la reserva por un "bache" en la trayectoria de una oficina que no escapa a las tiranteces entre países nórdicos y sureños y cuyo fin último son los pueblos en situación de catástrofe. De haber prosperado el bloqueo de los 60.000 millones de ayuda humanitaria (unos 330 millones de ecus), los más perjudicados habrían sido los 23 millones de refugiados que atiende ACNUR, que recibe anualmente cerca de 110 millones de ecus de ECHO, su segundo donante mundial. Navarro explicó que anualmente regresan a su origen unos 4 millones de ecus, por mala justificación de gastos o duplicidad de pagos, lo que entra dentro de la normalidad, pero ovejas negras puede haberlas en cualquier organismo, y reforzar los controles evitará tentaciones futuras. "El mejor uso que se puede hacer del dinero es a través de las ONG y no de forma directa", concluyó.