La ley de edificación que planea el Gobierno subleva a los estudiantes

Los estudiantes de Arquitectura Superior ya tienen preparadas las pancartas para salir a la calle. El proyecto de ley de ordenación de la edificación, redactado por el anterior Gobierno y que no llegó a ver la luz porque se cruzaron las elecciones generales, se ha modificado este verano hasta dejar el texto desprovisto de cualquier mención expresa a los arquitectos. "Si esto sale adelante, habrá una titulación académica que no tendrá un reflejo profesional. La profesión no existirá", se queja Paloma Gallardo, miembro de la Delegación de Arquitectura de Sevilla.La nueva ley elimina toda ref...

Los estudiantes de Arquitectura Superior ya tienen preparadas las pancartas para salir a la calle. El proyecto de ley de ordenación de la edificación, redactado por el anterior Gobierno y que no llegó a ver la luz porque se cruzaron las elecciones generales, se ha modificado este verano hasta dejar el texto desprovisto de cualquier mención expresa a los arquitectos. "Si esto sale adelante, habrá una titulación académica que no tendrá un reflejo profesional. La profesión no existirá", se queja Paloma Gallardo, miembro de la Delegación de Arquitectura de Sevilla.La nueva ley elimina toda referencia a la arquitectura y al arquitecto, y el término "proyecto arquitectónico" se sustituye por "proyecto de edificación", de tal forma que cualquier ingeniero superior podrá firmar los visados de construcción. Esta competencia era exclusiva de los arquitectos "porque su formación les da una comprensión global del edificio, que los demás no tienen", explica el decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Andalucía Occidental, Ramón Queiro, para quien esta nueva ley supone "el asesinato de la arquitectura, porque despoja los proyectos de su dimensión estética y artística". "Un ingeniero agrónomo, por ejemplo, podría modificar el Museo del Prado", añade Francisco González, representante estudiantil en la Escuela Superior de Arquitectos de Sevilla.

Los estudiantes, a quienes apoyan los futuros aparejadores y todos los miembros del Consejo Superior de Arquitectos de España, echan mano de sus asignaturas humanísticas, frente a la preparación eminentemente técnica de los ingenieros, para demostrar "la barbaridad" que supondría dejar en manos de cualquier ingeniero las edificaciones del país: "Estudiamos Historia del Arte, Teoría de la Arquitectura, Análisis de la Forma, procedimientos de Expresión Gráfica".

De entre todos los ingenieros, los más beneficiados con la nueva ley serían, a juicio de estos alumnos, los de Caminos Canales y Puertos, pues son los que "tienen competencia en materia de urbanismo y construcción". También creen descubrir en este cambio la mano de miembros destacados del Gobierno y el poder de presión que sobre ellos ejercen los ingenieros.

Todos los decanos de Arquitectura del país rechazan el nuevo texto legal, pendiente de su aprobación para finales de octubre, porque, "denota una falta total de sensibilidad intelectual y una gran irresponsabilidad", afirma Ramón Queiro.

Precisamente la dimensión cultural que los estudiantes de Arquitectura reclaman para su tarea es lo que les ha motivado a escribir una carta a la ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, además de dirigirse al titular de Fomento, Rafael Arias Salgado. El presidente del Consejo Superior de Arquitectos, Jaime Duró, también se ha reunido con el vicepresidente del Gobierno Francisco Álvarez Cascos, pero no ha obtenido éxito en su gestión. En España hay 26.000 arquitectos, pero la cifra de estudiantes es muy superior y se triplica si se suman los arquitectos técnicos.