Un escritor desenfrenado

El conductor de autobús Magnus Mills, finalista del Booker Prize, principal premio literario del Reino Unido

El camino a la fama y la fortuna es un tramo de veintidós kilómetros, ida y vuelta. Magnus Mills conoce de memoria parte de Brixton porque desde hace nueve años conduce un autobús cuyo trayecto por una parte de Londres le ha ayudado a construir una magnífica novela que tiene fuerte dosis de humor negro. Su libro ha irrumpido súbitamente en el paisaje literario con la fuerza de una verdadera revelación artística.Mills se mostraba ayer pasmado. Confesaba dos cosas: su sorpresa por verse entre los seis finalistas del prestigioso Premio Booker y el interesante dato que jamás ha leído a novelis...

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El camino a la fama y la fortuna es un tramo de veintidós kilómetros, ida y vuelta. Magnus Mills conoce de memoria parte de Brixton porque desde hace nueve años conduce un autobús cuyo trayecto por una parte de Londres le ha ayudado a construir una magnífica novela que tiene fuerte dosis de humor negro. Su libro ha irrumpido súbitamente en el paisaje literario con la fuerza de una verdadera revelación artística.Mills se mostraba ayer pasmado. Confesaba dos cosas: su sorpresa por verse entre los seis finalistas del prestigioso Premio Booker y el interesante dato que jamás ha leído a novelistas como Gabriel García Márquez. "No lo conozco", reconoció el autor de 44 años que promete ser la sensación literaria británica.

Mills es el autor de La Compostura de las Bestias, un tomo que inaugura un estilo de observación importante. El libro, que compite con nuevas obras de Julian Barnes e Ian McEwan, trata del truculento dilema de trabajadores que en su vía hacia el pub comparan las muertes que han provocado. Una comedia negra con pocos adjetivos.

Mills se enteró de su inesperado éxito literario mientras consumía una sopa en su cantina predilecta. "Quiero que se me vea como a un escritor y a un simple chófer", declaró en la primera entrevista que concedió al conocerse la noticia de que los jueces del Booker le habían colocado en la lista de los finalistas.

A Mills todavía no se le han subido los humos. "Lo que hago es escribir y contar una historia". Así de sencillo se mostró en una entrevista con EL PAIS. Talla de autor de gran firma no tiene. En una película, Mills sería un cowboy de aquellos que salen al rescate de una dama sin más afán que el de demostrar que la caballerosidad no se ha extinguido.

No habla mucho sobre la inevitable prosperidad económica que la fama le va a traer. "Nada cambia", dijo cuando se le preguntó si la avalancha de dinero que su novela va a provocar.

Un sustancial adelanto de 20.000 libras esterlinas (unos cinco millones de pesetas) y la perspectiva de ganar muchos millones más no han variado su hábito de conducir el autobús159.

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