Crítica:CANCIÓN

La seducción, de nuevo

En la plaza de toros de Móstoles una suave temperatura meció la pasada noche la presentación en vivo del último trabajo discográfico del veterano cantante y compositor Joan Manuel Serrat. El nen del Poble Sec encandiló con sus nuevas y viejas composiciones a una entregada audiencia, cuyo rasgo fundamental era la total complicidad.Serrat, que salió vestido con su sempiterno traje negro, venía acompañado de una extraordinaria banda de músicos, de los cuales hay que sobresalir al pianista y director musical Josep Mas Kitflus.

Una ovación cerrada y emocionante saludó la aparición del catalá...

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En la plaza de toros de Móstoles una suave temperatura meció la pasada noche la presentación en vivo del último trabajo discográfico del veterano cantante y compositor Joan Manuel Serrat. El nen del Poble Sec encandiló con sus nuevas y viejas composiciones a una entregada audiencia, cuyo rasgo fundamental era la total complicidad.Serrat, que salió vestido con su sempiterno traje negro, venía acompañado de una extraordinaria banda de músicos, de los cuales hay que sobresalir al pianista y director musical Josep Mas Kitflus.

Una ovación cerrada y emocionante saludó la aparición del catalán más querido, que de inmediato agradeció la presencia de los asistentes y su compañía en "este viaje de luces y sombras". Precisamente, Sombras de la China es el nombre del último trabajo de Serrat, el cual fue desgranado canción a canción, y siendo recibido de modo extraordinario por el público, a pesar de ser temas aún desconocidos. En las primeras filas del concierto pudo distinguirse al alcalde de la localidad y a la actriz y cantante Ana Belén.

El hermoso viaje musical ofrecido por Serrat contaba con las mismas paradas que han definido su trayectoria desde siempre: el amor en todas sus variantes, el gusto por la sencillez, las cosas pequeñas y cercanas, la gente de la calle que puede contar historias, tan triviales como interesantes. Tales eran y son los sentimientos que florecen en sus nuevas composiciones, que están destinadas como la mayor parte de sus temas a engrosar las mejores páginas de la canción popular española.

Más que a nadie, La hora del timbre, Princesa o Una vieja canción son los nombres de los temas que hay que apuntarse porque sonarán mucho en la radio. Pero, consciente el propio artista de que la novedad ha de ser convenientemente aderezada para que pase mejor, fue combinándolas con aquellas canciones que el público deseando escuchar desde que cruzó el umbral del coso taurino: Mediterráneo, No hago otra cosa que pensar en ti, La balada de otoño, Cantares, La fiesta o la machadiana Saeta, que sirvió para cerrar esta velada, la más cercana a la capital de España hasta que el cantante regrese de su gira americana en marzo del año que viene. Mientras tanto, Serrat continuará visitando ciudades españolas y actuando únicamente en teatros, por lo que esta actuación en Móstoles al aire libre ha sido única y excepcional en la gira del cantante y ha servido como fino broche de oro al verano musical del sur de la Comunidad de Madrid.

Espléndido de voz y simpatía y exhibiendo unos 50 años inmejorables, Serrat volvió a ejercer como el mago ilusionista que es, haciendo buenas las palabras del poeta Gil de Biedma, que él mismo citara para presentar una canción: "Como la luz, la música tiene una suave fosforescencia de sueños recobrado".

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