Un científico británico teme, sin pruebas, que haya "corderos locos"

Los piensos compuestos destinados a ganado ovino y ganado vacuno y elaborados en el pasado en el Reino Unido a base de restos de ambos animales pueden desencadenar una crisis similar a la de las vacas locas. El microbiólogo Jeff Almond, asesor del Gobierno británico en dicho campo, así lo cree, aunque reconoce que no tiene pruebas. Pero no obstante, pidió ayer que se investigue "una posibilidad de contagio nada remota".Consciente de las consecuencias que de ello resultarían, el Ministerio de Agricultura ha señalado que no hay pruebas fiables de que la carne de cordero sea nociva para la salud....

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Los piensos compuestos destinados a ganado ovino y ganado vacuno y elaborados en el pasado en el Reino Unido a base de restos de ambos animales pueden desencadenar una crisis similar a la de las vacas locas. El microbiólogo Jeff Almond, asesor del Gobierno británico en dicho campo, así lo cree, aunque reconoce que no tiene pruebas. Pero no obstante, pidió ayer que se investigue "una posibilidad de contagio nada remota".Consciente de las consecuencias que de ello resultarían, el Ministerio de Agricultura ha señalado que no hay pruebas fiables de que la carne de cordero sea nociva para la salud.

Las ovejas padecen scrapie, una encefalopatía espongiforme endémica que se ha manifestado recientemente en el ganado vacuno en una forma que se sospecha es transmisible al ser humano. El experto teme ahora que los huesos y carne de las vacas, ya enfermas, hayan contagiado a su vez al ganado lanar con la nueva encefalopatía.

De confirmarse sus sospechas, el consumidor podría estar de nuevo en peligro al ingerir chuletas de cordero contaminadas.

La enfermedad de las vacas locas, de índole neurológica, aparece en las reses en dos zonas muy localizadas: el cerebro y la médula espinal. Las ovejas presentan también la suya endémica, el scrapie, en el bazo y los nódulos linfáticos. No se tiene noticia de la transmisión del scrapie al hombre.

"El bazo puede extirparse, pero los nódulos atraviesan la carne misma de cordero que comemos y están en las articulaciones. Si demostramos que las ovejas sufren ahora la encefalopatía propia de las vacas, habría que destruir el bicho entero", ha dicho Almond.

Sus declaraciones han animado a la Asociación del Consumidor a recomendar que los niños no coman cordero hasta que las cosas se aclaren.

La Unión Nacional de Ganaderos ha replicado que sólo la mitad de las ovejas del país -hay 42 millones de ejemplares- consumieron piensos de origen animal. Los mismos fueron prohibidos hace una década.

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