Los empresarios de Totana apoyan a los jornaleros ecuatorianos

Los empresarios de la localidad murciana de Totana no han retirado su apoyo a los inmigrantes ecuatorianos residentes en la localidad. La Unión de Agricultores y Ganaderos de Totana, que el jueves suscribió el manifiesto de apoyo a los inmigrantes, mantiene su solidaridad con este colectivo y mañana, lunes, participará en la manifestación popular que se prepara para pedir que no se expulse a 17 ecuatorianos detenidos por la Guardia Civil la semana pasada. Otros empresarios han señalado que están dispuestos a tramitar la regularización de los ecuatorianos con tal de que no sean expulsados de ...

Los empresarios de la localidad murciana de Totana no han retirado su apoyo a los inmigrantes ecuatorianos residentes en la localidad. La Unión de Agricultores y Ganaderos de Totana, que el jueves suscribió el manifiesto de apoyo a los inmigrantes, mantiene su solidaridad con este colectivo y mañana, lunes, participará en la manifestación popular que se prepara para pedir que no se expulse a 17 ecuatorianos detenidos por la Guardia Civil la semana pasada. Otros empresarios han señalado que están dispuestos a tramitar la regularización de los ecuatorianos con tal de que no sean expulsados de España. Uno de ellos incluyó su oferta de trabajo entre las alegaciones que presentó la plataforma de apoyo a los inmigrantes ante la Delegación del Gobierno en Murcia.

En el pueblo, autoridades y vecinos reconocen que los ecuatorianos hacen los trabajos que los totaneros ya no quieren hacer. Sus jornadas son de 10 horas. Ganan 4.500 pesetas al día o entre 600 y 800 pesetas la hora, dependiendo del tipo de cultivo. "Es un trabajo duro", señala Simón, un ecuatoriano de 23 años que ha vivido dos en Totana. Es uno de los que más tiempo llevan en el pueblo.

Hombres y mujeres por igual, la mayoría entre 20 y 30 años, cargan los capazos de 18 kilos llenos de verduras y los suben a los camiones. Sacan cebollas de la tierra, recogen almendras, plantan alcachofas o cosechan pimientos. Pasan el día con el azadón en la mano en los campos de las cercanías, donde a veces es difícil encontrar una sombra para tener un respiro.

Simón, que vino de la provincia de Cañar, en Ecuador, advierte que hoy es más difícil encontrar trabajo. Totana ha atraído a muchos compatriotas y las dificultades para regularizar a los jornaleros inmigrantes provocan que los empresarios ya no los contraten tan fácilmente como antes.