Para Daniela Mercury, la música es una forma de afirmar a los pueblos

La cantante brasileña vive la etapa española de su gira por Europa

Es la cantante más popular de los últimos años en Bahía: una mujer blanca reinando sobre la percusiva música de baile de la ciudad más negra y mulata de Brasil. De su último disco, Feijão com arroz, ha vendido en su país casi un millón de ejemplares. Desde hace meses, Daniela Mercury está triunfando en Portugal y ahora empieza a escuchársela en Francia. Una gira por 15 ciudades europeas la trajo estos días a Madrid y Barcelona.

Nunca imaginó, cuando cantaba y bailaba todas las noches en pequeños clubs, que se escribirían tesis doctorales sobre ella. El fenómeno Daniela Mercury es el tít...

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Es la cantante más popular de los últimos años en Bahía: una mujer blanca reinando sobre la percusiva música de baile de la ciudad más negra y mulata de Brasil. De su último disco, Feijão com arroz, ha vendido en su país casi un millón de ejemplares. Desde hace meses, Daniela Mercury está triunfando en Portugal y ahora empieza a escuchársela en Francia. Una gira por 15 ciudades europeas la trajo estos días a Madrid y Barcelona.

Nunca imaginó, cuando cantaba y bailaba todas las noches en pequeños clubs, que se escribirían tesis doctorales sobre ella. El fenómeno Daniela Mercury es el título de un reciente estudio universitario. Se explica con amabilidad y convicción: "La nueva generación brasileña está en sintonía con el mundo. Hemos escuchado mucha música norteamericana, caribeña... Nos fascina profundamente la música brasileña, pero al mismo tiempo buscamos comunicarnos con el resto del planeta".Pese a estar terminando su gira europea, no da muestras de excesiva fatiga. "Hago de media ocho o diez conciertos al mes. Antes hacía muchos más. Escoger el número de shows es una conquista del artista", asegura. "Tanto en esta cuarta gira por Europa como en las tres por Estados Unidos, tengo la impresión de estar volviendo a empezar. La infraestructura es más sencilla, viajamos en autocar, no dormimos tanto... Pero hay algo muy especial. Un placer que sólo sientes cuando estás comenzando: el de ver florecer el trabajo", cuenta con emoción no disimulada.

Se la considera la reina de la "axé music", una versión pop del ritmo surgido de la unión de rasgos jamaicanos y tambores brasileños. "Era casi inevitable sentirse atrapado por el samba-reggae, como ocurrió con el rap en Estados Unidos. La síntesis de un discurso contra el racismo y la miseria. La música es mágica en ese sentido. Es uno de los grandes instrumentos de afirmación de un pueblo", afirma. "Bahía nunca tuvo pudor en mezclar cosas. Una capacidad de reciclar y utilizar elementos del mundo entero con una rápidez increíble. Con un lenguaje sencillo, pero con una poesía profunda. El discurso de un pueblo que sufre y consigue mantener la alegría me arrebató. Me siento portavoz de una música que pertenece a toda una ciudad".

Curioso: una mujer de clase media, de piel blanca y cabello claro, haciendo una música nacida en los barrios pobres de negros y mulatos. "Fui aceptada con una gran complicidad por mi identificación con su lucha social y cultural. Soy bahiana. Mi música es mestiza. "Ustedes no tienen derecho de excluirme", les dije. Y me he ganado el apodo de "la negrita más blanquita de Bahía".

"El pueblo bahiano está muy mestizado. Pero sí había un prejuicio de la comunidad de clase media baja, básicamente negra, contra la clase media blanca. Durante muchos años, en el carnaval, el negro desfilaba en los peores horarios y los blancos en los mejores, los negros no podían entrar en los clubs de clase media... Hoy, Olodum, Ilé Ayé, É o Tchan, Gera Samba... tocan en los clubs. Fue una conquista social, un elemento democrático de refuerzo de la ciudadanía, y creo que ya no hay vuelta atrás".

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