El Gobierno retirará lodos en el tramo más habitado del Asua

El Departamento de Obras Públicas del Gobierno vasco dragará en los próximos días un tramo de 400 metros de la ría de Asua, uno de los principales afluentes del Nervión donde se han descubierto lodos contaminados por cianuro, arsénico y lindane. La inspección realizada a principios de mes ha determinado que esta zona -perteneciente al municipio de Erandio, entre el polígono de Beaz y el puente de Atxa-Erandio- contiene únicamente residuos inertes. El tramo donde se acometerá el dragado es el que presentaba mayor riesgo de inundaciones y donde se concentran varias viviendas en sus orillas, seg...

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El Departamento de Obras Públicas del Gobierno vasco dragará en los próximos días un tramo de 400 metros de la ría de Asua, uno de los principales afluentes del Nervión donde se han descubierto lodos contaminados por cianuro, arsénico y lindane. La inspección realizada a principios de mes ha determinado que esta zona -perteneciente al municipio de Erandio, entre el polígono de Beaz y el puente de Atxa-Erandio- contiene únicamente residuos inertes. El tramo donde se acometerá el dragado es el que presentaba mayor riesgo de inundaciones y donde se concentran varias viviendas en sus orillas, según afirmó un portavoz de Obras Públicas. Los análisis técnicos han confirmado la presencia de lindane en uno de los cuatro puntos analizados -el situado aguas más abajo, cerca de las instalacionesde la empresa Aser-, tramo en el que no se llevarán a cabo las extracciones de lodo. "Reduciremos el riesgo de inundaciones y los olores, porque, al ensanchar el cauce, el agua corre y no queda estancada. Sin embargo, el mal olor no se eliminará mientras continúe el colector de aguas fecales", añadieron en Obras Públicas. Los trabajos se iniciarán a finales de esta semana o comienzos de la próxima y se prolongarán durante cerca de cinco días. Su coste se estima en cinco millones de pesetas y los lodos extraídos serán depositados en un vertedero de inertes. La contaminación en esta zona del Asua se constató ya en 1995 en un informe del Departamento de Sanidad, y se corroboró en 1996 y 1988. La alarma saltó en marzo, al iniciarse un dragado, que se paró al detectarse el extraño aspecto de los lodos. Los análisis constataron metales pesados en el cauce.

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