ONG españolas negocian comprar la deuda de países subdesarrollados con el Estado español

Marruecos sirvió, hace dos años, para llevar a cabo una experiencia inédita en España, la conversión de la deuda marroquí con el Estado español en inversión privada en las empresas que Rabat privatiza. El Ministerio de Economía impulsa ahora otra experiencia innovadora para deshacerse de buena parte de la deuda que algunos países subdesarrollados e insolventes han contraído con España: su venta a organizaciones no gubernamentales (ONG) que negociarán a su vez con los países deudores para que dediquen la deuda rescatada a su desarrollo social.

En 1996 el Banco Mundial y el Fondo Monetari...

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Marruecos sirvió, hace dos años, para llevar a cabo una experiencia inédita en España, la conversión de la deuda marroquí con el Estado español en inversión privada en las empresas que Rabat privatiza. El Ministerio de Economía impulsa ahora otra experiencia innovadora para deshacerse de buena parte de la deuda que algunos países subdesarrollados e insolventes han contraído con España: su venta a organizaciones no gubernamentales (ONG) que negociarán a su vez con los países deudores para que dediquen la deuda rescatada a su desarrollo social.

En 1996 el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) lanzaron una iniciativa tendente a condonar el 80% del stock de deuda multilateral y bilateral de los países pobres altamente endeudados, hasta el punto de que el peso de la deuda imposibilita su desarrollo.Para beneficiarse de la medida, los candidatos deben cumplir varios requisitos, como poseer un Gobierno estable, haberse sometido a un ajuste económico desde hace al menos seis años, poner en práctica planes solventes de desarrollo, etcétera. Entre los 40 Estados más pobres del mundo sólo seis han pasado, por ahora, el examen. Dos de ellos, Bolivia y Mozambique, son con los que España mantiene más cooperación.

A principios de este año, el director general de política comercial, Álvaro Rengifo, retó a las ONG españolas a que siguieran el ejemplo de organizaciones de ayuda al desarrollo de países como Canadá o Suiza, que habían recomprado parte de la deuda bilateral contraída por países subdesarrollados. Les propuso que se estrenasen con Mozambique, al que España ha concedido créditos del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), que no está en condiciones de reembolsar, por valor 4.060 millones de pesetas.

Tres ONG respondieron al desafío. Intermón es la que más interés ha mostrado, según fuentes de la Administración, seguida por Cáritas y por Manos Unidas. A partir de aquí se ha iniciado una negociación entre la Secretaría de Estado de Comercio, que todavía dirige José Manuel Fernández Norniella, y las ONG para determinar a que precio adquirirán la deuda mozambiqueña. En el mercado secundario se cotiza a un 18% o 20% de su valor. "Creo que el precio se cerrará al 10% del valor nominal", afirma Paloma Escudero, responsable de estudios y relaciones internacionales de Intermón.

A continuación, la ONG venderá la deuda recién adquirida, pero por un precio algo superior, al Gobierno mozambiqueño. Éste, sin embargo, no abona el importe, sino que se compromete a gastarse el equivalente en proyectos de desarrollo social, sanidad y educación que llevan a cabo el vendedor español y, sobre todo, organizaciones no gubernamentales locales. "De ahí que antes de comprar deuda al Estado español debemos contar con la aprobación del Gobierno de Maputo y pactar con él la lista de proyectos de desarrollo a los que dedicará el importe del compromiso rescatado", añade Escudero.

En febrero de 1996, el Gobierno socialista dio el visto bueno a la conversión de una pequeña parte de la deuda marroquí con España en inversión de empresas españolas en sociedades públicas de Marruecos que están siendo puestas a la venta. En diciembre pasado el Ejecutivo popular amplió las cantidades convertibles hasta los 8.500 millones de pesetas, de los que las empresas españolas ya han adquirido el 80%.

Después de Marruecos, la Secretaría de Estado de Comercio aceptó efectuar la misma operación con Jordania, pero ha sido un fracaso, porque ninguna empresa española estuvo interesada en invertir en el reino jordano.

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