«Una lección para Milosevic»

Los separatistas albaneses de la región serbia de Kosovo, alzados contra el centralismo nacionalista serbio, vieron ayer en las maniobras disuasorias organizadas por la OTAN una importante ayuda internacional y recibieron con indisimulada satisfacción el sobrevuelo de los aviones aliados sobre su territorio.Estas maniobras son «una lección para Milosevic», a juicio de Fehmi Agani, jefe del grupo negociador de los albano-kosovares. Ese grupo interrumpió el diálogo con los serbios debido a la última ofensiva de Slobodan Milosevic contra el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK). «Hemos acogido ...

Los separatistas albaneses de la región serbia de Kosovo, alzados contra el centralismo nacionalista serbio, vieron ayer en las maniobras disuasorias organizadas por la OTAN una importante ayuda internacional y recibieron con indisimulada satisfacción el sobrevuelo de los aviones aliados sobre su territorio.Estas maniobras son «una lección para Milosevic», a juicio de Fehmi Agani, jefe del grupo negociador de los albano-kosovares. Ese grupo interrumpió el diálogo con los serbios debido a la última ofensiva de Slobodan Milosevic contra el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK). «Hemos acogido la noticia de estas maniobras con gran interés y satisfacción», puntualizó Agani. «Milosevic tendrá que entender que tiene que sacar los comandos especiales de suelo kosovar. Le están dando una lección clara de que la violencia no lleva a ninguna parte», Según el jefe de los negociadores y adjunto al líder kosovar, Ibrahim Rugova, «no se necesita ser un alumno muy aventajado para entender que Occidente no está dispuesto a tolerar una nueva Bosnia y no parará hasta que Serbia reemprenda conversaciones serias». La OTAN lleva a cabo un trabajo para la paz, dijo Mahmud Bakalli, ex dirigente comunista que obtuvo en 1974 la autonomía de que gozaba Kosovo y que hoy es miembro del equipo negociador de Rugova. «Estas maniobras son una actuación inteligente de la comunidad internacional, que prueba así su interés en solucionar el problema de Kosovo». En 1989, Milosevic, abolió parte esencial de la gran autonomía de que gozaban los albano-kosovares, lo que desencadenó un proceso independentista contra los abusos cometidos por los serbios durante los últimos nueve años. El proceso independentista ha culminado con el levantamiento de regiones enteras de Kosovo, donde la mayoría de la población es albanesa y convive con tan sólo un 10% de serbios kosovares.