San Sebastián ofrece una mirada local literaria y plástica sobre la Generación del 98

San Sebastián acoge desde hoy una exposición que ofrece una mirada local sobre la Generación del 98. Pintura y literatura se funden una muestra en que las obras de Sorolla, Regollos, Gordon y Zuloaga, apoyadas en textos de Unamuno, Pío Baroja y Azorín, trasladan al espectador al San Sebastián de esa época. La muestra estará abierta en la casa de cultura Okendo (Zemoria, 10-12) hasta el 28 de mayo. Los responsables de esta casa de cultura se plantearon el año pasado qué aportar esta vez al Día Mundial del Libro. En esta edición, no podían eludir el centenario de la Generación del 98. No era u...

San Sebastián acoge desde hoy una exposición que ofrece una mirada local sobre la Generación del 98. Pintura y literatura se funden una muestra en que las obras de Sorolla, Regollos, Gordon y Zuloaga, apoyadas en textos de Unamuno, Pío Baroja y Azorín, trasladan al espectador al San Sebastián de esa época. La muestra estará abierta en la casa de cultura Okendo (Zemoria, 10-12) hasta el 28 de mayo. Los responsables de esta casa de cultura se plantearon el año pasado qué aportar esta vez al Día Mundial del Libro. En esta edición, no podían eludir el centenario de la Generación del 98. No era una tarea sencilla por lo extenso del tema. Por este motivo, apostaron por una propuesta que ofreciera una visión local, según aseguró ayer la responsable del centro, Elena Zubia. "Se trataba de analizar la vinculación que tuvo esa generación con San Sebastián, tanto en literatura como en arte". En algunos casos esa relación no dejó de adquirir tintes críticos. Pío Baroja dejó escrito: "Soy guipuzcoano y donostiarra; lo primero me gusta; lo segundo; poca cosa". La muestra dedica un apartado a los Baroja, a los paisajes más cercanos y se apoya en artículos de la prensa local del momento para sembrar el ansia de conocer a esta generación. Las pinturas y los textos son un testimonio vivo de las inquietudes que rodearon su actividad literaria y artística: la crisis de los valores eclesiásticos, en el caso de Unamuno y Elías Salaberría, o la España negra, de la mano de Ricardo Baroja. Toda la obra pictórica pertenece a los fondos del Museo de San Telmo.