Moderado optimismo tras la primera reunión entre editores y Cultura

La primera reunión con editores, libreros y distribuidores convocada ayer por el Ministerio de Educación y Cultura para abordar conjuntamente las dificultades que tiene el sector acabó con moderado optimismo. Se establecieron cuatro grupos de trabajo (comercio interior y fiscalidad, comercio exterior, política cultural y propiedad intelectual) y se fijó un calendario. El próximo encuentro se celebrará el 14 de abril y las partes se han comprometido a tener listo el 30 de junio un documento en el que se analicen todos los problemas del libro.

Quien más contento estaba ayer, tras la reuni...

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La primera reunión con editores, libreros y distribuidores convocada ayer por el Ministerio de Educación y Cultura para abordar conjuntamente las dificultades que tiene el sector acabó con moderado optimismo. Se establecieron cuatro grupos de trabajo (comercio interior y fiscalidad, comercio exterior, política cultural y propiedad intelectual) y se fijó un calendario. El próximo encuentro se celebrará el 14 de abril y las partes se han comprometido a tener listo el 30 de junio un documento en el que se analicen todos los problemas del libro.

Quien más contento estaba ayer, tras la reunión, era el director general del Libro, Fernando Rodríguez Lafuente: con el inicio de la negociación se repara de alguna manera el desaguisado del II Congreso Nacional de Editores, celebrado hace menos de 15 días en Benalmádena, y en el que se formularon durísimas críticas contra la Administración por su no política respecto al libro. Para libreros, editores y distribuidores, la primera buena noticia fue que asistieron, por el Gobierno, el secretario de Educación, Eugenio Nasarre, y Rodríguez Lafuente, considerados mucho más "sensibles" a sus intereses que, por ejemplo, el subsecretario, Ignacio González. Nasarre y Lafuente dijeron en nombre de la ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, que el Gobierno se compromete a no modificar el marco jurídico actual.Libreros y distribuidores fueron quienes pusieron mayores reparos. Eso quiere decir, señaló Antonio Mas, de la Federación de Asociaciones Nacionales de Distribuidores (FANDE) que el descuento del 12% para los libros de texto de enseñanza obligatoria "va a seguir vigente el año que viene. Pero, ¿se va a consagrar sine die?". "Seguimos muy preocupados", añadió José María Barandiarán, de la Confederación Española de Gremios de Libreros (CEGAL). "La campaña del libro de texto empieza en junio. ¿Qué pasará cuando se aplique por primera vez el descuento del 12%? Vamos a perder cuota de mercado y se reducirá la facturación global en un 30%". Tampoco se mostró satisfecho Mauricio Santos, de la Asociación de Editores de Libros de Texto. "Digamos que mi impresión no es negativa, pues de alguna manera responden a nuestra petición de Benalmádena. Digamos que estoy menos disgustado. Al menos, con la promesa de mantener el marco jurídico actual salimos de la incertidumbre de que quieran hacer cosas más raras".

"Mi impresión es que el Gobierno ha reaccionado ante una situación imposible". Todos coinciden en que la Admnistración quiere evitar a toda costa un nuevo enfrentamiento con el mundo de la cultura. "Quizá se está produciendo una madurez gubernamental. No era normal que la ministra de Cultura se enfrente a la gente que tiene que defender", concluyó.

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