El convoy nuclear alemán llega a su destino

El convoy de residuos radioactivos procedentes de dos centrales nucleares del sur de Alemania llegó anoche a su destino, un almacén de residuos en las cercanías de Ahaus, en el oeste del país, tras haber recorrido 700 kilómetros bajo la protección de un contingente policial de cerca de 30.000 agentes. El último tramo del desplazamiento fue el más duro, ya que tanto los policías como los manifestantes dieron muestras de perder la paciencia y de apartarse cada vez más del comportamiento civilizado convenido previamente.La policía empleó mangueras de agua para evitar que los manifestantes se hici...

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El convoy de residuos radioactivos procedentes de dos centrales nucleares del sur de Alemania llegó anoche a su destino, un almacén de residuos en las cercanías de Ahaus, en el oeste del país, tras haber recorrido 700 kilómetros bajo la protección de un contingente policial de cerca de 30.000 agentes. El último tramo del desplazamiento fue el más duro, ya que tanto los policías como los manifestantes dieron muestras de perder la paciencia y de apartarse cada vez más del comportamiento civilizado convenido previamente.La policía empleó mangueras de agua para evitar que los manifestantes se hicieran fuertes en las vías de tren e impidieran el paso al convoy. En reiteradas ocasiones, los agentes tuvieron que intervenir para desalojar la vía y para apartar de ella a quienes se habían encadenado a los raíles. En los encontronazos que se produjeron en Ahaus varios manifestantes resultaron heridos y, según la Cruz Roja, uno de ellos de gravedad. Según informaciones policiales, unas 400 personas fueron detenidas en distintos incidentes.

Por su magnitud, sin embargo, los enfrentamientos han sido de menor envergadura que los sucedidos en marzo de 1997, cuando otra carga de residuos nucleares fue trasladada al almacén de Gorleben. En la operación de Ahaus, no obstante, hubo que lamentar la muerte accidental de un funcionario del servicio de Guardafronteras, que se golpeó mortalmente al caer sobre la vía.

En la ruta hacia Ahaus hubo más policías que manifestantes. El número de ecologistas movilizados se calculaba entre 7.000 y 8.000 personas, muy inferior a lo previsto. Esto se debió a que las autoridades consiguieron despistar a los ecologistas, al anunciar falsamente que el transporte se realizaría la semana que viene. De este modo, se ha quitado capacidad de convocatoria a las manifestaciones planeadas para el fin de semana, que de realizarse, se convierten en protestas por hechos ya consumados.

El convoy nuclear, que tenía 570 metros de longitud, llegó a las 20 horas de ayer a Ahaus y de allí, emprendió su etapa final de 3,5 kilómetros utilizando para ello una vía férrea privada.

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