OCEANOGRAFÍA: RECURSOS PESQUEROS

Censo de especies del Mediterráneo

Los tesoros más codiciados del fondo del Mediterráneo son las merluzas y las gambas rojas. Les siguen en el ranking de especies más deseadas -de entre las que se pescan en el fondo los salmonetes, las cigalas, los pulpos, los besugos... Los países ribereños se las disputan en una contienda sin reglas: más allá de las 12 millas costeras de zona económica exclusiva, sólo la ley del mar regula la pesca en el Mediterráneo. Pero, ¿y si un día deja de haber merluzas para todos? ¿Y si es eso lo que ya está pasando? ¿Habría que pensar entonces en una política. de pesca común para el Mediterráne...

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Los tesoros más codiciados del fondo del Mediterráneo son las merluzas y las gambas rojas. Les siguen en el ranking de especies más deseadas -de entre las que se pescan en el fondo los salmonetes, las cigalas, los pulpos, los besugos... Los países ribereños se las disputan en una contienda sin reglas: más allá de las 12 millas costeras de zona económica exclusiva, sólo la ley del mar regula la pesca en el Mediterráneo. Pero, ¿y si un día deja de haber merluzas para todos? ¿Y si es eso lo que ya está pasando? ¿Habría que pensar entonces en una política. de pesca común para el Mediterráneo?En el Mar del Norte hace tiempo que existe, y se decide en función de cómo se prevé que evolucionarán las poblaciones. Pero para el Mediterráneo no hay modelos informáticos que ayuden a realizar estas estimaciones. Y tampoco las lonjas de todos los países ribereños proporcionan datos suficientes -con un buen registro histórico- de lo que se pesca y con qué esfuerzo, por ejemplo, saber si con los años cuesta más pescar lo mismo es una pista sobre el estado del recurso. Así que biólogos y políticos echan en falta un censo riguroso de las especies más comerciales del Mediterráneo.

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Aportar esta información es el objetivo prioritario del MEDITS (siglas, en inglés, de Muestreos Internacionales de Arrastre en el Mediterráneo), un programa europeo en el que participan actualincnte siete países, entre ellos España, y que se prolongará por lo menos hasta el año 2000.

"La teoría dice que los recursos demersales del Mediterráneo -los que se pescan en el fondo y los más apreciados están sobreexplotados. Pero es un tópico, porque en realidad no tenemos información. Con el MEDITS pretendemos conocer cómo están las poblaciones sin partir de ninguna premisa", explica Luis Gil de Sola, del Instituto Español de Oceanografía (lEO) y director del equipo español en el MEDITS.

Treinta especies

El MEDITS comenzó en 1993. Moviliza un total de nueve barcos y más de un centenar de científicos de una veintena de centros de investigación, con un presupuesto de dos millones de ecus anuales; la Unión Europea cubre la mitad y los países participantes el resto, que para España suponen 600.000 ecus anuales (unos 120 millones de pesetas). Desde que en 1996 se sumaron Albania, Croacia y Eslovenia, el MEDITS cubre también parte del mar Adriático.Antes de echar a andar los países tuvieron que acordar una dinámica de trabajo común. Por ejemplo, se decidió trabajar sobre 30 especies de peces, moluscos y crustáceos; se diseñó una red de pesca de arrastre especial para el proyecto; y se estableció que los barcos saldrían en primavera, una estación interesante en el Mediterráneo porque es cuando se estabilizan los juveniles y es más importante la puesta. Las capturas se hacen siempre a profudidades de entre 10 y 800 metros.

Hasta ahora se han hecho cuatro campanas de 30 días cada una, con un resultado de unas mil capturas al año entre todos los barcos. "El muestreo consiste en arrastrar la red durante media hora por los fondos de menos de 200 metros, y una hora cuando la profundidad es mayor. Pero la operación de tirar y recoger la red es costosa. El aparejo en total, con forma de cazamariposas, mide unos 400 metros,' tiene sensores que avisan cuando toca fondo y va conectado a un cable de unos dos kilómetros de largo. Al recoger la red llega a pesar miles de toneladas", explica Gil de Sola.

Con las capturas ya a bordo el trabajo consiste en contar y clasificar los indivíduos, medirlos, pesarlos y ver si ya son sexualmente maduros. Todos estos datos alimentarán una base de datos recientemente creada para el MEDITS. Hasta ahora se han medido sobre todo parámetros biológicos, pero en las campañas futuras se espera tomar también datos de interés medioambiental, como la temperatura de los, fondos. Así se sabrá con exactitud el comienzo de la primavera marina, por ejemplo.

No hay, por el momento, ningún resultado definitivo y no se espera que lo haya hasta dentro de unos seis años, pero en una reunión en Pisa (Italia), el próximo mes de marzo, se expondrán por primera vez los resultados preliminares.

Barco español

El barco del equipo español es el Cornide de Saavedra. Una veintena de científicos del IEO recorren con él toda la costa mediterránea de la península Ibérica, hasta el oeste de la isla de Ibiza. Sin dar nada por definitivo, sí han observado detalles interesantes tras las cuatro campañas. "Estamos viendo, por ejemplo, que las vedas de pesca son importantes: en el delta del Ebro empezó hace varios años una veda de pesca de arrastre entre mayo y junio, y esto ha incrementado apreciablmente la pesca de salmonetes", dice Gil de Sola.Los resultados del MEDITS redundarán en el desarrollo de modelos informáticos sencillos de desarrollo de las poblaciones. Sin embargo, existe ya desde hace tiempo un acuerdo para evitar que se establezcan cuotas pesqueras, tal y como ocurre en el mar del Norte.

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