Educación quiere reducir el número de plazas en Enfermería y Medicina

Las 515 plazas de Enfermería que ofrecían este año las universidades públicas en la Comunidad de Madrid están abocadas a disminuir a partir del próximo curso. Otro tanto sucederá, según todos los indicios, con las 575 de la carrera de Medicina. La Consejería de Educación ha llegado a la conclusión de que los hospitales de la región no pueden soportar el actual volumen de alumnos en prácticas y de licenciados que acceden al mercado laboral a través del sistema MIR (médicos internos residentes).

Así las cosas, en el organismo que encabeza Gustavo Villapalos se interpreta que ha llegado el...

Las 515 plazas de Enfermería que ofrecían este año las universidades públicas en la Comunidad de Madrid están abocadas a disminuir a partir del próximo curso. Otro tanto sucederá, según todos los indicios, con las 575 de la carrera de Medicina. La Consejería de Educación ha llegado a la conclusión de que los hospitales de la región no pueden soportar el actual volumen de alumnos en prácticas y de licenciados que acceden al mercado laboral a través del sistema MIR (médicos internos residentes).

Así las cosas, en el organismo que encabeza Gustavo Villapalos se interpreta que ha llegado el momento de reordenar el sistema desde su raíz; esto es, en el número de estudiantes matriculados.Los pormenores de este recorte no se conocerán hasta que se apruebe la Ley de Coordinación Universitaria, el texto que avala la creación del Consejo Regional de Universidades. Sin embargo, un comité de sabios en materia educativa ya está adelantando trabajo, de manera informal, a este respecto. Tras las primeras reuniones, una cosa está clara: la idea de reducir plazas se presenta como imprescindible para normalizar la situación.

La filosofía apela a las "peculiaridades" de las carreras sanitarias. Dice el director general de Universidades, Vicente Ortega: "Hay que tener muy presente la vinculación de las plazas con un sistema laboral regulado en la sanidad pública. Ahora se trata de equilibrar el número de alumnos universitarios con las disponibilidades docentes en los hospitales del Insalud, que son limitadas".

La rebaja en el número de estudiantes no se debe, pues, a que los responsables de la política universitaria regional pretendan adaptar la oferta universitaria a la demanda del mercado laboral. "En Enfermería puede haber paro, al igual que sucede en otras tantas carreras, pero no nos planeamos el recorte por eso", aclaró Ortega. Más bien se trata de evitar la saturación de alumnos que siguen al doctor que tienen asignado y que a veces pueden incomodar al paciente.

Menor calidad

Así se ha puesto de manifiesto con el reciente conflicto en torno a la Escuela de Enfermería de la universidad privada Alfonso X el Sabio. Los cien alumnos de este centro se han acoplado en el Severo Ochoa de Leganés, con el consentimiento del Insalud, para realizar sus prácticas, pero ello ha propiciado el disgusto de los alumnos de la Autónoma que ya se ejercitaban en ese centro. Estos estudiantes han protestado porque la saturación en el hospital, a su juicio, "va en detrimento de la calidad de la enseñanza". Llevan ya dos manifestaciones a las puertas de la Asamblea de Madrid, y además cuentan con el respaldo de su rector, Raúl Villar.A Ortega también le ronda por la cabeza otro aspecto que puede resultar conflictivo. Aún no se ha dado el caso de que ninguna universidad privada madrileña decida incluir en su oferta la titulación de Medicina, pero "es probable", pronostica el director general, que se produzca alguna solicitud de autorización en este sentido de aquí a dos o tres años. "Ésas son palabras mayores", reconoció, "y para entonces hay que tener las ideas muy claras para decidir si se puede aceptar o no una petición de esas características por parte de la privada".

Por el contrario, en el Insalud entienden que los hospitales sí pueden dar cabida al actual volumen de estudiantes que los frecuentan para sus clases prácticas. El coordinador de programas de la institución, Octavi Quintana, manifestó: "Creo que en Madrid hay capacidad docente de sobra. Lo que el sistema no puede absorber es a tanto profesional, por lo que muchos titulados tendrán dificultades para encontrar empleo".