CONVENCIÓN SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO

Japón y EE UU piden compromisos a los países en desarrollo

La Cumbre del Clima, estancada tras una semana de negociaciones de los técnicos

Nueva Zelanda fue la encargada ayer de caldear el ambiente en la Cumbre del Clima al presentar una propuesta para que se obligue a los países en vías en desarrollo a asumir compromisos vinculantes de reducciones de sus emisiones en el 2002. Varios países (entre ellos EE UU, Japón y Canadá) apoyaron la idea. La mayoría de los países en vías de desarrollo se opusieron. En términos generales, se puede afirmar que, tras una semana de negociaciones, ha terminado el tramo técnico con un resultado deestancamiento.

La propuesta de Nueva Zelanda fue mal recibida. "La división es muy seria", info...

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Nueva Zelanda fue la encargada ayer de caldear el ambiente en la Cumbre del Clima al presentar una propuesta para que se obligue a los países en vías en desarrollo a asumir compromisos vinculantes de reducciones de sus emisiones en el 2002. Varios países (entre ellos EE UU, Japón y Canadá) apoyaron la idea. La mayoría de los países en vías de desarrollo se opusieron. En términos generales, se puede afirmar que, tras una semana de negociaciones, ha terminado el tramo técnico con un resultado deestancamiento.

La propuesta de Nueva Zelanda fue mal recibida. "La división es muy seria", informó el secretario ejecutivo de la Convención, Michael Zammit Cujarat, tras recorar que el primer objetivo de la Cumbre de Kioto es que los países desarrollados asuman compromisos vinculantes para reducir o limitar sus emisiones de los gases de efecto invernadero y, en segundo lugar, ver los ritmos al que los países en desarrollo se pueden incorporar al esfuerzo.La "cifra mágica", dijo Zammit Cujarat, refiriéndose a la cantidad que especifique los objetivos de reducción de emisiones, "no la hemos oído aún, y seguramente no aparecerá hasta muy al final de la conferencia". Por ello es más difícil, explicó, abordar el segundo punto, la implicación de los países en vías de desarrollo.

Por los pasillos del palacio de conferencias de Kioto surgieron comentarios menos diplomáticos, que consideraban la propuesta de Nueva Zelanda como "otra maniobra de distracción".

La UE, a segundo plano

¿Y el ataque de EE UU y Japón contra la propuesta de la UE y su reparto interno de cargas de reducción de emisiones, que tanto revuelto había causado el jueves? Ayer había pasado a segundo plano. "Los europeos hemos dado todas las explicaciones ya; ahora hemos pedido a los estadounidenses que digan lo que van a hacer", comentó ayer Dolores Carrillo, delegada de España. Los japoneses dijeron que todavía tenían algunos puntos sobre los que esperaban respuesta pero no hicieron ya mucho ruido sobre la cuestión.Más belicosa estuvo la comisaria europea del medio ambiente, Ritt Bjerregaard, con una declaración directa: "Estoy extremadamente disgustada con la continuada y exagerada postura crítica de Japón acerca de la llamada burbuja europea [la propuesta colectiva de la UE de reducción de gases con reparto interno de cargas]. La burbuja no da ninguna ventaja competitiva a la UE en comparación con Japón u otras partes".

También tuvo mucho eco en la sesión plenaria la enérgica protesta de la delegación china contra la propuesta de países desarrollados, que piden un compromiso de reducción inmediata a los países en vías de desarrollo.

Carrillo hizo el siguiente balance de una semana de negociaciones: "Estamos trabajando en varios temas, pero en la cuestión clave, que es tomar una decisión sobre los objetivos de reducción de los países desarrollados, seguimos en el mismo punto en el que estábamos. Todo el mundo espera que lleguen los ministros la semana que viene y tomen una decisión".

Esta semana ha habido "acercamiento", según los términos oficiales, sí, pero sobre pocas cuestiones y siempre marginales (lista de gases a contemplar en las reducciones y algunos puntos institucionales). Las decisiones importantes están aplazadas hasta que el lunes se incorporen las negociaciones los ministros líderes de las delegaciones. Sólo entonces se verá si es posible salir del atolladero y alcanzar un protocolo con compromisos claros el próximo miércoles, al finalizar la Conferencia de la Convención de Naciones Unidas Sobre Cambio Climático.

El lunes, además de las intervenciones ante el pleno de la conferencia de varios primeros ministros, precedidos por el de Japón, y del vicepresidente de EE UU Al Gore, empezarán las declaraciones de los jefes de delegación, incluida la de la ministra española Isabel Tocino.

En cuanto a qué cuestiones laterales han avanzado en cinco días de negociaciones, el presidente de la conferencia, Hiroshi Ohki, informó ayer: "No se han alcanzado exactamente acuerdos, pero se ha avanzado en el conocimiento de las diferencias entre delegaciones sobre varias cuestiones: el número de gases de efecto invernadero a incluir en el protocolo de reducción, los sumideros de CO2, metodologías de medición de emisiones y algunas cuestiones institucionales".

El portavoz de la delegación de EE UU, sin embargo, comentó que había varios puntos "muy esperanzadores". Explicó también: "Lo más importante no es la cifra concreta de control de emisiones, sino crear un marco completo de mecanismos" para abordar el problema del cambio climático. Los dos ejes de la negociación de la Cumbre de Kioto -los compromisos de reducción de los países desarrollados y las vías de implicación de los países en desarrollo- están inspirados por la preocupación acerca de los costes económicos para hacer frente al cambio climático", dijo el secretario ejecutivo, "pero desgraciadamente no se ha abordado el coste de no hacer nada ni los beneficios de hacer algo".

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