Almunia acusa a Aznar de hacer de España "el último bastión de la derecha"

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, reprochó ayer con dureza al presidente del Gobierno, José María Aznar, haber "derrapado" en sentido contrario en la ruta que conduce a la Europa de los ciudadanos. El líder de los socialistas consideró que, con actitudes como la del Gobierno español de autoexcluirse del acuerdo sobre desempleo de la cumbre celebrada en Luxemburgo la semana pasada, los populares pueden conseguir su objetivo de convertir a España "en el último bastión de la derecha europea", en alusión a unas palabras de Aznar en una entrevista tras las victorias de la izquierda e...

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, reprochó ayer con dureza al presidente del Gobierno, José María Aznar, haber "derrapado" en sentido contrario en la ruta que conduce a la Europa de los ciudadanos. El líder de los socialistas consideró que, con actitudes como la del Gobierno español de autoexcluirse del acuerdo sobre desempleo de la cumbre celebrada en Luxemburgo la semana pasada, los populares pueden conseguir su objetivo de convertir a España "en el último bastión de la derecha europea", en alusión a unas palabras de Aznar en una entrevista tras las victorias de la izquierda en las elecciones de Francia y el Reino Unido.

El pleno del Congreso de los Diputados, reunido para escuchar las conclusiones del presidente del Gobierno tras el Consejo Europeo sobre el empleo, registró un debate en tono vivo, siendo los principales protagonistas el jefe del Ejecutivo y el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia. Este último se dirigió reiteradamente a Aznar, pero el presidente del Gobierno evitó dirigirse al líder del PSOE de forma directa y utilizó la técnica de contestar a todos los portavoces de forma global, aunque sus réplicas más encendidas se dirigían a Almunia.El líder del PSOE se congratuló por el éxito de la cumbre de Luxemburgo y dijo estar decepcionado por la autoexclusión de España de compromisos concretos para los afectados por el paro. "En el momento en que Europa ha dado un giro hacia los ciudadanos, el Gobierno español ha derrapado en sentido contrario", dijo Almunia. "En el momento en el que el peso de los socialdemócratas", continuó, "se hace sentir en la orientación del Consejo europeo, el Gobierno español hace buenas las palabras de su presidente de que aspira a convertirse en el último bastión de la derecha europea".

Las críticas de Almunia fueron arreciando, lo que encrespó los ánimos de los bancos de la derecha y desencadenó el intercambio de diatribas entre socialistas y populares. Eso sí, al final unos y otros optaron por la vía cómica y las invectivas tenían toques de humor. Ajeno al ruido, Almunia continuaba: "El Gobierno ha querido que este Consejo no implicase la asunción de ningún compromiso en materia de lucha contra el paro". Pero se ha quedado solo, insistía Almunia.

Sustituto de Thatcher

El secretario general, del PSOE consideró que José María Aznar ocupa el espacio que dejó vacante la ex primera ministra británica conservadora Margaret Thatcher, "pero no por voluntad propia sino de forma vergonzante, obligado por las circunstancias y por su propia incapacidad".El líder del PSOE citó por su nombre a los mandatarios de los otros países de la Unión Europea mezclando conservadores, demócrata cristianos y socialdemócratas para resaltar de nuevo la soledad del Gobierno de España. "Usted apostó por una cumbre retórica, sin compromisos concretos, y ha perdido la apuesta", destacó Almunia.

En las réplicas se produjo una situación curiosa, ya que el jefe del Ejecutivo hizo un reproche a Almunia que en realidad debería haber dirigido al expresidente del Gobierno, Felipe González. Aznar espetó a Almunia que "algunos" habían apostado por el fracaso de la cumbre y ahora se han visto defraudados. Esto nunca lo ha dicho Almunia sino que las declaraciones fueron hechas por Felipe González días antes de que empezara la cita europea.

En tono contundente, Almunia quiso dejar claro que los órganos oficiales de su partido escribieron antes de este Consejo europeo de empleo sus deseos y sus expectativas de que la cumbre de Luxemburgo fuera un éxito.