Un gerente condenado por contaminar es obligado seguir clases de ecología

El Juzgado de lo Penal número 1 de Manresa ha acordado que el ex gerente de la firma Colomer Munmany -una empresa peletera de Vic (Osona)-, Antoni Ylla Catalá Genís, condenado a seis meses y un día de prisión por un delito ecológico, acuda durante dos años a clases de medio ambiente para rehabilitarse y dejar en suspenso la ejecución de la pena. Esta decisión judicial se produce después de que el fiscal de Medio Ambiente de Cataluña, José Joaquín Pérez de Gregorio, lo pidiera como requisito para que pudiera continuar en libertad condicional.El ex gerente aseguró ayer a este diario que acataba ...

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El Juzgado de lo Penal número 1 de Manresa ha acordado que el ex gerente de la firma Colomer Munmany -una empresa peletera de Vic (Osona)-, Antoni Ylla Catalá Genís, condenado a seis meses y un día de prisión por un delito ecológico, acuda durante dos años a clases de medio ambiente para rehabilitarse y dejar en suspenso la ejecución de la pena. Esta decisión judicial se produce después de que el fiscal de Medio Ambiente de Cataluña, José Joaquín Pérez de Gregorio, lo pidiera como requisito para que pudiera continuar en libertad condicional.El ex gerente aseguró ayer a este diario que acataba la decisión y que acudirá "con mucho gusto" a esos cursos. Las clases serán impartidas por el Grup de Defensa del Ter (GDT), una organización ecologista que ejerce la acción popular en los casos de delitos contra el medio ambiente en la comarca de Osona. Este grupo deberá informar también al juzgado sobre la conducta del alumno y "si se aprecia notoria ausencia o desaprovechamiento", según la petición del fiscal.

"Desde que me licencié en químicas hace 35 años en el Instituto Químico de Sarriá con matrícula de honor he asistido a muchos cursillos y también he impartido muchos otros, por lo que siempre va bien reciclarse", aseguró Ylla Català, de 56 años. Actualmente dirige el laboratorio químico, aunque en el momento de ocurrir los hechos ocupaba la gerencia de Colomer Munmany de forma provisional.

El ex gerente fue condenado en sentencia firme en abril de 1995 a seis meses y un día de prisión y al pago de una multa de 5,5 millones de pesetas, que ya abonó, por verter aguas residuales en caudales públicos. Sin embargo, la tramitación judicial de la causa para concederle los beneficios de la condena condicional quedó paralizada en el juzgado de Manresa por motivos que se desconocen, hasta que el pasado 28 de abril fue reactivada por el fiscal de Medio Ambiente.

Fue entonces cuando Pérez de Gregorio solicitó que el juzgado obligase a Ylla Català a asistir a los cursos de ecología y anunció su intención de presentar solicitudes idénticas para quienes sean condenados a menos de dos años de cárcel.

El ex gerente aseguró que se sentía una persona formada, "pero es verdad que nunca se está lo suficiente", y recordó que hace tres años impartió cursos de medio ambiente en los locales de Comisiones Obreras de Barcelona a petición de la federación de textil y piel.

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