Flotats se enfrenta a la Generalitat, de Cataluña la víspera de abrir el TNC

Califica de "traición" las medidas de control que le han impuesto

, Josep Maria Flotats convirtió ayer la vigilia del Teatre Nacional de Catalunya (TNC) en unas vísperas sicilianas. Inesperadamente, tras guardar un obstinado silencio desde que el 29 de julio pasado el consejero de Cultura, Joan Maria Pujals, anunció una serie de -medidas de control del TNC para satisfacer al teatro privado catalán -que teme la competencia del monumental equipamento, Flotats envió ayer una contundente respuesta. Furioso porque se recorte su autonomía, acusó de "traición" al departamento de Cultura. El consejero le salió al paso y reprochó al director que opine "sobre cuestion...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

, Josep Maria Flotats convirtió ayer la vigilia del Teatre Nacional de Catalunya (TNC) en unas vísperas sicilianas. Inesperadamente, tras guardar un obstinado silencio desde que el 29 de julio pasado el consejero de Cultura, Joan Maria Pujals, anunció una serie de -medidas de control del TNC para satisfacer al teatro privado catalán -que teme la competencia del monumental equipamento, Flotats envió ayer una contundente respuesta. Furioso porque se recorte su autonomía, acusó de "traición" al departamento de Cultura. El consejero le salió al paso y reprochó al director que opine "sobre cuestiones que no son de su competencia".

Flotats se soltó el pelo y acusó a las medidas de control de "gran patinazo" y propias de "antiguos tiempos terribles". Dijo que son un "acto de traición tan grande, de falta de palabra tan enorme" que "evidentemente se ha de denunciar". Subrayó que no se le consultó ni se le informó de la decisión de estas medidas, y que cuando se hizo votó en contra.Pujals se mostró "sorprendido" por las declaraciones de Flotats y porque "opina sobre cuestiones que no son de su competencia. Parece evidente que el señor Flotats no tiene encomendada la misión de fijar la política cultural de este Gobierno' , afirmó. Añadió el consejero que "sus opiniones en los aspectos que no son de su competencia son del todo irrelevantes".

El encontronazo entre Flotats y Pujals, a iniciativa del primero, no deja de resultar sorprendente en víspera de un gran acto institucional como es la solemne inauguración, hoy, fiesta nacional de Cataluña, del TNC, acto que presidirá el presidente Jordi Pujol.

El consejero de Cultura, culminando una larga etapa de enemistad entre su departamento y Flotats, anunció el pasado julio una batería de mecanismos de control para sujetar el TNC, cuya inminente puesta en marcha ha creado enorme inquietud entre el teatro privado catalán, incluyendo a compañías históricas como Joglars, Teatre Lliure, Dagoll Dagom o La Cubana.

En respuesta a la presión del sector privado, que considera un competidor peligroso (y desleal) a un equipamiento que ha costado 8.000 millones de pesetas, tiene un presupuesto anual de 1.500 millones y está orientado por los criterios de una sóla persona (Flotats), el departamento de Cultura decidió la imposición de una cuota de teatro privado (las compañías privadas ocuparán el 35% de la programación y el mismo porcentaje de presupuesto), entre otras medidas.

Ayer, ante los micrófonos de la emisora de la Generalitat, Catalunya Ràdio, el director del TNC opinó que la oposición a él y al TNC es cosa de "cuatro gatos chillones". Dijo de la cuota del 35% que es "una grave patinada, un grave error". El TNC "es un servicio público y no se ha de aceptar injerencia política o administrativa. Esto me recuerda a lo que pasaba muchos años atrás, en tiempos terribles. No hay referente en la Europa culta y democrática de un hecho igual a éste". Sobre si las medidas de Pujals y él son incompatibles, dijo: "También hay un decreto que me nombró a mí y que dice que soy el director del TNC, no del 65% del TNC. No sé si el Defensor del Pueblo vería un motivo de litigio en eso".

Sobre la posibilidad de dimitir, Flotats dijo: "A ver, seamos serios. Tras 14 años de trabajar, de poner el cuello, la vigilia o el día después de la inauguración regalarles el TNC a esos cuatro gatos chillones, no se lo merecen. Este regalo no pienso hacérselo. Me habrán de destituir". Si ese extremo se produce, apuntó, "quizá sería una liberación, y volvería a ser un artista respetado, con alfombras rojas por todos lados".

De las críticas del teatro privado al TNC manifestó: "Ahora una empresa [Tres x Tres] tiene el teatro Poliorama y el teatro Victòria, y parte del 35% del TNC. Otra empresa [Focus] tiene los otros cinco teatros de Barcelona que quedan. Son empresas con voluntad monopolista. Lo veo muy peligroso para el futuro del teatro en nuestro país. La gente joven tendrá que caer en manos de esas dos únicas empresas. Y volveremos al tiempo de la barbarie, la época en que los empresarios privados hacían hacer tres funciones al día a los actores por el mismo precio. Yo he hecho el TNC contra eso, contra las últimas nubes de la antigua barbarie. Si caemos en manos del mercantilismo, Cataluña es un país perdido".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En