Antonio Gala convierte su poesía en el 'best-seller' de la 56ª Feria del Libro

Arturo Pérez-Reverte y Rosa Montero ocupan el segundo y tercer puesto en ventas

Un éxito anunciado, que sería sorprendente si no fuera él quien es. Convertir la poesía en best-seller tiene mérito. Antonio Gala ha vendido en dos meses más de 120.000 ejemplares de Poemas de amor (Planeta), y ayer se convirtió un año más en el rey de la Feria. El capitán Alatriste, de Arturo Pérez-Reverte, y La hija del caníbal, reciente premio Primavera, de Rosa Montero, ocupan el segundo y tercer puesto de esta apreciada lista que cierra la temporada literaria. Según la Feria, Gala ha vendido más de 9.000 ejemplares; Pérez-Reverte, unos 7.500, y Montero, 6.400.

Los datos de la 56ª e...

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Un éxito anunciado, que sería sorprendente si no fuera él quien es. Convertir la poesía en best-seller tiene mérito. Antonio Gala ha vendido en dos meses más de 120.000 ejemplares de Poemas de amor (Planeta), y ayer se convirtió un año más en el rey de la Feria. El capitán Alatriste, de Arturo Pérez-Reverte, y La hija del caníbal, reciente premio Primavera, de Rosa Montero, ocupan el segundo y tercer puesto de esta apreciada lista que cierra la temporada literaria. Según la Feria, Gala ha vendido más de 9.000 ejemplares; Pérez-Reverte, unos 7.500, y Montero, 6.400.

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Los datos de la 56ª edición de la Feria del Libro de Madrid, facilitados ayer noche por la organización, son positivos: 2.450.000 visitantes (150.000 más que en 1996), más de mil millones de pesetas en ingresos -sin contar los del libro electrónico, que ascienden a casi 84 millones de pesetas- y 475.600 ejemplares vendidos.Los resultados alivian un poco la preocupación de editores y libreros: en abril y mayo descendió la venta de libros, según algunos, hasta un 20%. Hay un cierto consenso en que el exceso de oferta abruma y despista a los compradores de libros. "Que nadie se enfade, pero se edita demasiado y las librerías no pueden tener todo lo que se publica. Una novedad empuja a otra", afirmó ayer el director general de la Feria, Jesús García Bayón. ¿Hay solución? Nadie aventura una respuesta. Uno de los posibles remedios, dijo García Bayón, "es una mayor especialización de las librerías".

Las sombras que se ciernen sobre el sector no amargaron la satisfacción general que se vivió ayer en el Retiro. "Todos o casi todos se van contentos", resumió el director de la Feria.

Nueva ubicación

El nuevo emplazamiento no ha gustado a algunos editores catalanes, que se han sentido alejados del meollo, pero ha complacido a los visitantes, que han disfrutado de espacios más amplios entre las casetas y demás quioscos, bares y terrazas para tomar el aperitivo. Para la próxima edición, explicó García Bayón, estudian colocar bancos de quita y pon a lo largo del recorrido de la Feria. El sol, que suele ser de justicia, y los largos paseos dejan a los visitantes hechos polvo.Proyectan, además, una exposición sobre la cultura madrileña del último medio siglo en soporte multimedia, que se realizará en el Palacio de Velázquez. Contó el director de la Feria que la muestra debía haberse celebrado ya este año, pero, por su complejidad, no ha sido posible.

Una de las buenas noticias de la edición de este año es que han disminuido los robos (en ediciones anteriores se producían verdaderos asaltos por la noche). La Feria, que dispone de un presupuesto de alrededor de 170 millones de pesetas, ha contratado los servicios de una compañía privada de seguridad, que patrulla día y noche. Aun así, el sábado, entre las ocho y las ocho y veinte de la mañana, se produjo un robo bastante espectacular. Uno o más cacos muy especializados descerrajaron una caseta de arte y bibliografía y se llevaron cuatro libros valorados en más de un millón y medio de pesetas. "Da la impresión de que iban a tiro fijo, pues junto a uno de los títulos que se llevaron había otro de dos millones de pesetas que no tocaron", dijo uno de los organizadores de la Feria. "Afortunadamente estaban asegurados".

Los libros de política y actualidad llaman menos la atención que antes. "Lo de Barrionuevo es casi patético, no firma ni un ejemplar", manifestó otro representante de la Feria. Pero ayer por la mañana dedicó en la caseta de la Antonio Machado, según fuentes de esta librería, entre 40 y 50 ejemplares.

Al cierre de esta edición, los otros siete clasificados en el hit parade de la Feria eran: Olvidado Rey Gudú, de Ana María Matute; Nunca podrás volver a casa, de José María Carrascal; Plenilunio, de Antonio Muñoz Molina; El amor inteligente, de Enrique de Rojas; Un calor tan cercano, de Maruja Torres; La edad del pavo, de Alejandra Vallejo-Nájera y Diccionario de cine, de Fernando Trueba.

La Feria concluyó anoche con una fiesta dedicada a Antonio Gala, organizada por el Club de la Escritura, que este año por primera vez, entrega un premio al autor más vendido. "Serán mis libros, digo yo, los más vendidos. Ni que estuviéramos en un prostíbulo", exclamó el escritor, triunfador a lo largo de numerosas ediciones de la Feria. El homenaje empezó algo después de las nueve de la noche por explícita petición de Gala. No quiso dejar de firmar libros ni un minuto antes. Por algo los de la Feria le llaman "San Antonio Gala". Y muchos de sus lectores coinciden con esta afirmación. No se conforman con las dedicatorias, quieren fotografiarse con él. Una vez incluso se le acercó una mujer con un bebé en brazos: "Don Antonio, por favor, toque al niño".

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