Un debate fallido

Ha sido un debate fallido el que ha celebrado el presidente del Gobierno con los presidentes autonómicos y los senadores en la Cámara Alta. Por su propio contenido y por sus resoluciones finales. No ha servido siquiera para animar a los senadores a impulsar un cambio rápido que haga del Senado una Cámara útil. Por el contrario, ha dejado la sensación de que el Senado no sirve para nada. El portavoz de CiU, Joaquim Ferrer, no se cortó un pelo al decir que no tenía sentido que las nacionalidades históricas, con una fuerte demanda autonómica detrás, se sienten a debatir en condiciones de igualdad...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Ha sido un debate fallido el que ha celebrado el presidente del Gobierno con los presidentes autonómicos y los senadores en la Cámara Alta. Por su propio contenido y por sus resoluciones finales. No ha servido siquiera para animar a los senadores a impulsar un cambio rápido que haga del Senado una Cámara útil. Por el contrario, ha dejado la sensación de que el Senado no sirve para nada. El portavoz de CiU, Joaquim Ferrer, no se cortó un pelo al decir que no tenía sentido que las nacionalidades históricas, con una fuerte demanda autonómica detrás, se sienten a debatir en condiciones de igualdad con comunidades uniprovinciales o con las ciudades de Ceuta y Melilla, y propuso una reforma del Senado que lo tenga en cuenta. Difícilmente se podrá repetir un debate como el de estos días.Pero su fracaso también radica en el desinterés del propio presidente del Gobierno, José María Aznar, en potenciarlo. Aznar, no quería levantar ningún tipo de polémica con sus socios nacionalistas, de CiU y PNV, y por eso pasó de puntillas sobre las cuestiones polémicas, como la soberanía compartida,que sí se atrevió a plantear Jordi Pujol. Tampoco estaba dispuesto a mover un ápice en el polémico asunto del nuevo modelo de financiación autonómica, cuestionado por las tres comunidades sureñas gobernadas por el PSOE. El propio Aznar reconoció, en su intervención final, que quiso dar al debate un contenido institucional. Esto es, lo entendía como una bonita foto con todos los presidentes autonómicos juntos. Pero, una vez ausente el lehendakari Ardanza, se acabó el invento.

Más información
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En