EE UU impide la venta de un submarino ruso a 'narcos' colombianos

Agentes antinarcóticos de EE UU han detenido a un inmigrante ruso, dueño de una discoteca en Ft. Lauderdale (Florida), por intentar vender un antiguo submarino soviético a narcotraficantes latinoamericanos en un extraño caso de intriga criminal y que muestra los vínculos de los capos colombianos con la mafia rusa.

Para los residentes del sur de Florida, Porky's es sólo un club de striptease frecuentado por obreros situado en Hialeah, cerca del aeropuerto in temacional de Miami. Para los agentes federales antinarcóticos, sin embargo, es un local dirigido por elementos del crimen o...

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Agentes antinarcóticos de EE UU han detenido a un inmigrante ruso, dueño de una discoteca en Ft. Lauderdale (Florida), por intentar vender un antiguo submarino soviético a narcotraficantes latinoamericanos en un extraño caso de intriga criminal y que muestra los vínculos de los capos colombianos con la mafia rusa.

Para los residentes del sur de Florida, Porky's es sólo un club de striptease frecuentado por obreros situado en Hialeah, cerca del aeropuerto in temacional de Miami. Para los agentes federales antinarcóticos, sin embargo, es un local dirigido por elementos del crimen organizado ruso y el narcotráfico colombiano que habían proyectado comprar un viejo submarino ruso para transportar cocaína desde Colombia a EE.UU y Canadá. Según las autoridades norteamericanas, Ludwig Feinberg, inmigrante ruso, entró en contacto con Juan Almeida y Nelson Yester, ambos de origen cubano, que actuaban como intermediarios de carteles colombianos, para negociar la compra de un sumergible de la antigua URSS por unos 5,5 millones de dólares (cerca de 800 millones de pesetas) y dedicarlo al transporte de drogas.

Los responsables de la DEA.-agencia estadounidense dedicada a la lucha contra el narcotráfico- admiten esta peligrosa conexión entre mafias en Miami. "Los jefes, del narcotráfico y sus cómplices ya: están aquí", confiesa una portavoz de la DEA. "Y si te va la actividad criminal, no hay mejor lugar que Miami. Ellos [los detenidos] solamente estaban creando, un nuevo modo de transporte [de drogas]".

Los investigadores de la DEA aseguran que Fainberg, apodado Tarzán, entabló contacto con Almeida en 1992. Ambos se dedicaron, a comprar helicópteros rusos para revenderlos a los narcotraficantes colombianos.

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