Científicos de EE UU logran desactivar un gen específico de la memoria espacial

El mecanismo cerebral, descubierto en ratones, puede ser similar en humanos

La desactivación de un gen específico, responsable de unos receptores cerebrales, ha permitido a un equipo de investigación estadounidense dejar sin memoria espacial a unos animales de laboratorio. Este experimento, realizado en ratones, proporciona importantes pistas acerca del funcionamiento del cerebro. Los científicos creen, además, que seguramente el mismo mecanismo funciona en el cerebro humano y esperan que la nueva técnica de análisis sirva para estudiar enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson, la Corea de Huntington y algunas formas de drogadicción.

Mediante una serie de i...

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La desactivación de un gen específico, responsable de unos receptores cerebrales, ha permitido a un equipo de investigación estadounidense dejar sin memoria espacial a unos animales de laboratorio. Este experimento, realizado en ratones, proporciona importantes pistas acerca del funcionamiento del cerebro. Los científicos creen, además, que seguramente el mismo mecanismo funciona en el cerebro humano y esperan que la nueva técnica de análisis sirva para estudiar enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson, la Corea de Huntington y algunas formas de drogadicción.

Mediante una serie de imaginativos experimentos con ratones, los científicos, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), dirigidos por el premio Nobel Susumo Tonegawa, han averiguado cómo y dónde se establece en el cerebro del animal la memoria espacial, es decir, la habilidad de localizar los objetos en el espacio. En el último experimento desactivaron un gen específico, responsable del receptor NMDA, en las llamadas células piramidales del hipocampo. La pérdida de estos receptores en las neuronas liquidó la habilidad de los ratones para recordar información espacial, necesaria para reconocer ubicaciones familiares.El trabajo, presentado en el último número de la revista Cell, se ha realizado en los laboratorios del MIT bajo la dirección de Tonegawa y de Mattew Wilson. En la investigación ha colaborado el prestigioso neurólogo Eric Kandel, del Columbia University College, y su equipo.

Técnicas moleculares

Kandel y sus colegas han dedicado años a investigar la complejidad del cerebro y han desarrollado técnicas de biología molecular para controlar el funcionamiento de genes, de uno en uno, en áreas específicas del cerebro.Los experimentos muestran que la organización e intensificación de las conexiones que las neuronas hacen entre sí son fundamentales para la memoria. Este sutil y constante cableado del cerebro es lo que "genera la memoria espacial mediante el establecimiento de mapas internos del espacio", como la distribución de una habitación que se recuerda, según han explicado los investigadores del MIT.

Los ratones en que se desconectó el gen responsable de los receptores NMDA en el hipocampo no eran capaces de realizar correctamente tareas en que estuviera implicada la memoria espacial. Algo así como si alguien hubiera reorganizado los muebles de la habitación sin avisar.La nueva técnica de desactivar genes "revolucionará el campo de la. investigación cerebral", ha comentado Emilio Bizzi, director del departamento de Ciencias Cognitivas del MIT. "Los científicos van a poder estudiar cómo el cerebro codifica diferentes tipos de memoria, es decir, memoria de hechos, de objetos y memoria motora", continúa Bizzi.La técnica en cuestión se basa en alterar el gen y cruzar los ratones de manera que en cuanto se activa en el tejido correcto, el gen es destruido. Es como diseñar un circuito eléctrico que funde un fusible en cuanto se enciende.

Cualquier tejido

Este sistema permite que los animales se desarrollen normalmente pero que falle en ellos la función gobernada por el gen mutante en cuanto se utilice. Teóricamente, esto puede hacerse en cualquier tejido del organismo (el pelo, la piel, el corazón o las uñas), pero los investigadores se han centrado en el hipocampo, donde está activado normalmente el gen NMDA.Algunos investigadores han advertido ya que los excelentes resultados obtenidos en el MIT no deben sobrevalorarse. "Es un importante avance técnico, pero no es una panacea genética" que vaya a conducir automáticamente a la comprensión del cerebro, ha dicho Tim Tully, del Sold Spring Harbord Laboratory (Nueva York).El problema, según Tully, es la ingenua presunción de que cuando un gen está fuertemente expresado", en una región del cerebro como el hipocampo ' "ahí es donde funciona". Experimentos anteriores indican que la cuestión no es tan simple. Newsday LAT / WP.

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