Tribuna:

La enseñanza pública no funciona

Produce vértigo ver los cambios tan profundos que nuestra sociedad está sufriendo en muy pocos años. Cambios en los modos de producción, en las tecnologías, en las relaciones laborales, en la cultura y el ocio, cambios en el propio papel del hombre en el mundo y en sus valores.En este contexto de aparente crisis general y de caos organizado, la educación sigue ocupando el puesto relevante que le otorga ser la clave del futuro de los pueblos. Una sociedad en crisis tiene necesariamente una educación en ebullición. Las tensiones y las incertidumbres generales repercuten obviamente en el sistema ...

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Produce vértigo ver los cambios tan profundos que nuestra sociedad está sufriendo en muy pocos años. Cambios en los modos de producción, en las tecnologías, en las relaciones laborales, en la cultura y el ocio, cambios en el propio papel del hombre en el mundo y en sus valores.En este contexto de aparente crisis general y de caos organizado, la educación sigue ocupando el puesto relevante que le otorga ser la clave del futuro de los pueblos. Una sociedad en crisis tiene necesariamente una educación en ebullición. Las tensiones y las incertidumbres generales repercuten obviamente en el sistema educativo.

En España, el debate social en tomo a la educación, no es sólo una demanda de una sociedad en proceso de cambio, sino el resultado obligado de la implantación de la LOGSE. Ésta supone un cambio total del sistema y se traduce este año en una serie de elementos:

1. La generalización del primer curso de Educación Secundaria Obligatoria y el paso de los alumnos y alumnas al instituto, ha obligado a adscribir a maestros y maestras, en estos niveles de secundaria, permaneciendo otros en primaria o infantil. Además se han iniciado los desplazamientos de miles de jóvenes entre 12 y 13 años de la escuela al instituto, y a veces también desde su pequeño pueblo a otro mayor.

2. La aplicación de la LOGSE este año ha coincidido con la salida de los socialistas del Gobierno de la nación -que auspiciaron la aprobación de esta ley y su aplicación- y la llegada al Gobierno del PP, que se opuso a ella y en su programa proponía cambiarla. La falta de mayoría parlamentaria suficiente, ya que CiU y PNV aprobaron la LOGSE en su día, les ha impulsado a una estrategia más letal si cabe: devaluar la LOGSE, aplicándola deficientemente, recortándola en sus recursos económicos, interpretando torcidamente sus preceptos... y todo con un fin claro: liquidar por derribo la enseñanza pública y alzar a la privada a través de los conciertos educativos, como baluarte de la calidad, y reflejo fiel de las demandas de los ciudadanos que desean, según ellos, libertad para escoger los centros para sus hijos, ocultando que si esa libertad de elección para los padres viene a coincidir con la de otros muchos en los mismos centros, el resultado será la libertad de elegir a los alumnos por parte del centro, de acuerdo con el ideario, religioso o no, que les dé cobertura.

El corolario de esta estrategia, aplicar mal la LOGSE y potenciar la enseñanza privada, concertándola en su totalidad, frente a la pública, enflaquecida y mal dotada, será un modelo dual que en pocos años llevará de nuevo a un país con dos velocidades educativas, que me temo vendrán a coincidir una con los sectores económicos más potentes y otra con las clases más deprimidas, barrios marginados y zonas rurales dispersas.

3. Finalmente, los Presupuestos del Estado para 1997 han venido a plasmar la estrategia señalada. La convergencia con Europa, los pactos con los nacionalistas y la especial concepción del papel de lo público en los servicios básicos, ha dado como resultado que los programas educativos en el presupuesto del ministerio desciendan en 137.527 millones, con respecto al aprobado anteriormente, es decir, un 13,4% menos. Curiosamente, bajan prácticamente todos los programas a excepción de los conciertos educativos con la privada, que suben un 4,2%.

Una estrategia tan evidente por parte de la derecha de nuestro país, debe llevar a una urgente reflexión de todos los miembros de la comunidad educativa en tomo al papel constitucional de la enseñanza pública, como garante de los valores de solidaridad e igualdad.

Tengamos cuidado. Cuando una idea se repite machaconamente, "la enseñanza pública no funciona", puede ser incluso por sus protagonistas, a pesar de que su quehacer diario demuestre lo contrario. Defendamos lo nuestro.

Manuel Pezzi Ceretto es consejero andaluz de Educación.

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