Manchester recuerda la guerra civil en su 60 aniversario con dos exposiciones

La Guerra Civil española (1936-1939), "la última gran causa" por la que los intelectuales occidentales de izquierda levantaron barricadas, en palabras el historiador británico Raymond Carr, está siendo rememorada en el Museo Nacional de Historia del Trabajo, The PumpHouse, con una doble muestra que, hasta el próximo 12 de enero conmemora el 60º aniversario de la contienda. Haciendo honor a su nombre, el centro ha adoptado la perspectiva de gentes ordinarias que decidieron combatir el fascismo y que viajaron a España para "forjar un mundo mejor".Dicho ideal, reconocido por todos los brigadi...

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La Guerra Civil española (1936-1939), "la última gran causa" por la que los intelectuales occidentales de izquierda levantaron barricadas, en palabras el historiador británico Raymond Carr, está siendo rememorada en el Museo Nacional de Historia del Trabajo, The PumpHouse, con una doble muestra que, hasta el próximo 12 de enero conmemora el 60º aniversario de la contienda. Haciendo honor a su nombre, el centro ha adoptado la perspectiva de gentes ordinarias que decidieron combatir el fascismo y que viajaron a España para "forjar un mundo mejor".Dicho ideal, reconocido por todos los brigadistas que se desplazaron a la ciudad para la apertura de la muestra, fue subrayado por Jack Jones, un sindicalista de Liverpool que peleó con la XV brigada. Flanqueado por sus compañeros de armas y rodeado de una cuidada selección de fotografías, carteles, cartas, insignias y hasta muñecas de la época, quiso subrayar Jones la contribución de "ciudadanos anónimos a la búsqueda de la libertad, cuando su propio Gobierno patrocinaba la no intervención del Reino Unido".

Si bien es cierto que escritores como George Orwell, que peleó también del lado republicano, han dicho que el primer año de guerra los británicos donaron a España "menos de la mitad de lo que gastaban en ir al cine en una semana", la exposición recoge el esfuerzo de las clases menos favorecidas que donaron lo poco que tenían. "Fue un ejemplo de solidaridad y fraternidad", según el propio Jack Jones. En su apartado titulado Ayuda a España: la campaña popular los fondos del Museo Nacional de Historia del Trabajo reviven mediante carteles las peticiones de leche, alimentos y medicinas para la población. Fotos de la época y recortes de publicaciones británicas siguen también la trayectoria de miles de niños vascos enviados al Reino Unido por sus padres para escapar de la lucha.

Morir en Madrid: la lucha por la libertad en España, completa la exhibición con fotografías contemporáneas de los brigadistas tomadas por Rosalind Miller. Un montaje de sus voces extraído del archivo sonoro del Museo Imperial de la Guerra ofrece extractos de sus impresiones durante sus años en España.

El centro publicará además un catálogo con unas 150 entrevistas con ellos, médicos, enfermeras, civiles y algunos voluntarios del bando nacional, que pretende ser una guía sobre la presencia ciudadana británica en la Guerra Civil española.

El recuerdo de aquellos días permanece intacto entre ex combatientes británicos como Chris Smith, miembro de una batería antitanques de la XV Brigada. "Nunca me he arrepentido de haber luchado en España. Era lógico apoyar a la República". Con 21 años entonces, este escocés de Glasgow, asegura que le gusta la península y que regresa siempre que puede para ver a algunas de sus amistades. ¿Sabías que he conocido a dos brigadistas cubanos que me dieron una cinta con discursos de La Pasionaria?", le dice a John Edward, otro compañero de armas también octogenario y que participó en la batalla del Ebro. "También yo conocí a un cubano, el único que recuerdo en toda la guerra", replica Edward.

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