Michavila investiga el cromátismo en su exposición de Madrid

El pintor valenciano dice oponerse a las muestras antológicas

El pintor valenciano Joaquín Michavila (Alcora, 1926) expone en la galería El Coleccionista de Madrid (Claudio Coello, 23) una quincena de cuadros realizados en los dos últimos años. En su contínua línea abstracta, el artista investiga cambios cromáticos, con tendencia a colores más neutros, en una composición que juega con las simetrías. Michavila dice preferir la mirada hacia adelante y no hacia atrás "como se hace en las antológicas".

El artista declara que en la exposición de Madrid ha tomado una posición diferente ante el cromatismo, que ha pasado de un dominio de colores intensos,...

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El pintor valenciano Joaquín Michavila (Alcora, 1926) expone en la galería El Coleccionista de Madrid (Claudio Coello, 23) una quincena de cuadros realizados en los dos últimos años. En su contínua línea abstracta, el artista investiga cambios cromáticos, con tendencia a colores más neutros, en una composición que juega con las simetrías. Michavila dice preferir la mirada hacia adelante y no hacia atrás "como se hace en las antológicas".

El artista declara que en la exposición de Madrid ha tomado una posición diferente ante el cromatismo, que ha pasado de un dominio de colores intensos, sobre todo el azul, a los tonos neutros, con sienas, ocres y blancos. "Las dos líneas cromáticas son consecuentes y tienen un cierto contacto con la composición, basada en esquemas claros y muy simples, sencillos, con una cierta simetría. La simetría me ha seguido, desde que en los años sesenta empecé a realizar una pintura abstracta de carácter geométrico. Creo que hay una constante de simetrías que se ha quedado en el subconsciente".Michavila practica "un impulso investigador", "una metafísica de la búsqueda", que atraviesa etapas de su carrera artística en el poscubismo, el constructivismo y la abstracción informalista. El pintor comenta que no está claro que el blanco sobre blanco de Malevich sea una solución definitiva.

Por este mismo motivo va a rechazar montar una antológica cuando el próximo año corresponda al Premio Alfonso Roig con que le ha distinguido el centro cultural de la Beneficencia, de la Diputación valenciana, como galardón a una trayectoria artística. "Las antologías me parecen una mirada atrás y prefiero presentar una obra hecha de un tirón durante 10 o 12 meses, que obedece a un tiempo acotado y a una unidad de trabajo".

Los cambios hacia los colores neutros también se manifiestan en su trabajo como escenógrafo, intenso en los años sesenta y setenta para montajes de obras de Valle-Inclán, lonesco, Beckett, Cocteau, Lauro Olmo y Eduardo Quiles, por grupos universitarios. Acaba de realizar la escenografía para la zarzuela La madrileña, que se estrenará en Valencia, la próxima primavera.

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