Agria polémica en Canarias en torno a un proyecto de Chillida

El proyecto del escultor Eduardo Chillida de construir un monumento en el interior de la montaña de Tindaya, en Fuerteventura, ha suscitado un agrio debate tanto en sectores culturales como económicos y políticos de Canarias. El sueño largamente acariciado por el artista vasco ha encontrado ahora serios obstáculos, tras el ofrecimiento realizado hace ya un año por el Gobierno canario para llevarlo a cabo.

El detonante de la polémica surgió hace unas semanas, a consecuencia de la difusión de un documento que vinculaba a la empresa pública Saturno (Sociedad Anónima de Promoción del Turism...

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El proyecto del escultor Eduardo Chillida de construir un monumento en el interior de la montaña de Tindaya, en Fuerteventura, ha suscitado un agrio debate tanto en sectores culturales como económicos y políticos de Canarias. El sueño largamente acariciado por el artista vasco ha encontrado ahora serios obstáculos, tras el ofrecimiento realizado hace ya un año por el Gobierno canario para llevarlo a cabo.

El detonante de la polémica surgió hace unas semanas, a consecuencia de la difusión de un documento que vinculaba a la empresa pública Saturno (Sociedad Anónima de Promoción del Turismo, Naturaleza y Ocio) en la compra supuestamente irregular de la empresa concesionaria de la explotación minera de la mencionada montaña, situada además en un espacio natural protegido. La puesta en marcha del proyecto de Chillida requería la suspensión de dicha concesión, para lo cual el Gobierno regional acordó su compra por importe de 900 millones de pesetas.Lo cierto es que la denominada operación Tindaya ofrece aspectos poco claros, que han sido denunciados tanto por la oposición como por sectores políticos vinculados a Coalición Canaria, que gobierna en el archipiélago.

La obra escultural de Chillida, de 50 x 50 x 50 metros de dimensión, cuenta con la oposición de los grupos ecologistas y precisa de la aprobación previa de unas normas de conservación, que no se ha producído. Pese a la ausencia de este trámite Saturno anticipó 150 millones de pesetas de los 900 millones acordados; las denuncias apuntan que esta cantidad permitirá sanear la empresa concesionaria en crisis, aspectos negados por el Ejecutivo canario.

Además, no existe aún valoración exacta del coste del proyecto del escultor vasco, que está aún en fase de elaboración. El hasta ahora viceconsejero de Cultura, Miguel Cabrera salía al paso asegurando que ya se han retomado los contactos con el escultor para cerrar el acuerdo, y defendiendo el proyecto por su alto interés artístico y promocional desde el punto de vista turístico

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