ALIVIO PARA LOS IRAQUÍES

Irak exportará petróleo para alimentar a su población e indemnizar por la guerra del Golfo

Cinco años después del final de la guerra del Golfo, la comunidad internacional tuvo ayer su primer gesto de compasión hacia Irak con la firma en Nueva York de un acuerdo entre el Gobierno de ese país y las Naciones Unidas que autoriza a Irak a vender petróleo a cambio de alimentos y medicinas. El efecto que esta medida puede tener para la bajada de los precios del petróleo en el mundo parece haber influido en este logro tanto como los informes sobre las dramáticas consecuencias humanitarias que el bloqueo económico estaba provocando entre la población iraquí, principalmente entre los niños. A...

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Cinco años después del final de la guerra del Golfo, la comunidad internacional tuvo ayer su primer gesto de compasión hacia Irak con la firma en Nueva York de un acuerdo entre el Gobierno de ese país y las Naciones Unidas que autoriza a Irak a vender petróleo a cambio de alimentos y medicinas. El efecto que esta medida puede tener para la bajada de los precios del petróleo en el mundo parece haber influido en este logro tanto como los informes sobre las dramáticas consecuencias humanitarias que el bloqueo económico estaba provocando entre la población iraquí, principalmente entre los niños. Además de atender a la población, las ventas de crudo servirán para hacer frente a las billonarias indemnizaciones de aquella guerra.

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El acuerdo firmado ayer, basado en la resolución 986 adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU en 1995, permitirá a Irak la venta de 2.000 millones de dólares (unos 250.000 millones de pesetas, al cambio actual) en petróleo por un periodo de seis meses y con el propósito exclusivo de comprar alimentos y medicinas y pagar las indemnizaciones por la invasión de Kuwait. El resto de las sanciones al régimen de Bagdad se mantiene sin alteraciones y la ONU tendrá un estricto control, tanto de las ventas de crudo como de la distribución de los bienes que sean adquiridos con el dinero procedente de esas ventas. El acuerdo es renovable en un plazo de seis meses.Gracias a este compromiso, Irak volverá al mercado internacional de petróleo, del que está apartado desde que invadió Kuwait, en 1990, con 700.000 barriles de petróleo diarios, lejos todavía de los tres millones que exportaba hasta el comienzo del embargo. La única excepción durante estos seis años ha sido una modestísima (70.000 barriles diarios) venta de crudo a Jordania, aceptado por un permiso especial de la ONU.

La embajadora norteamericana en la ONU, Madeleine Albright, dijo que este era "un gran día para el pueblo de Irak, que hasta ahora no había tenido comida ni medicinas por culpa de la estrategia de Sadam Husein". "También es un gran día", añadió, "para Estados Unidos [autor de la resolución en la que se basa el compromiso] porque nos hemos asegurado de que el pueblo de Irak tiene comida al tiempo que se mantienen las sanciones impuestas contra el régimen de ese país".

En un comunicado emitido en Bagdad por el ministro de Cultura e Información, Abd al Gani Abd al Gafur, se aseguraba que la "frustración ha infectado la Administración norteamericana por la consecución del acuerdo". Mientras, las calles de la capital iraquí se llenaban de gentes jubilosas que bailaban y lloraban de alegría por el levantamiento parcial del penoso embargo. "Nuestro deseo es que los víveres y los medicamentos lleguen sin problemas. Nuestro pueblo tiene una enorme necesidad de ellos", afirmaba una mujer.

La radio y la televisión iraquíes interrumpieron sus emisiones para anunciar la consecución del acuerdo, que fue saludado de inmediato por miles de disparos al aire desde las terrazas de numerosas casas de Bagdad.

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Según los términos del acuerdo, la distribución de alimentos entre la población será hecha por instituciones iraquíes, pero bajo control de funcionarios de la ONU. Ese control será más estricto en el reparto de los 150 millones de dólares que el Gobierno de Sadam Husein está obligado a destinar cada 90 días a la población kurda de las regiones del norte.

Cuando la resolución 986 fue aprobada, el régimen iraquí se negó a su aplicación por considerarla una agresión a su soberanía. En febrero pasado, cambió de postura y ofreció una negociación en tomo a los términos de dicha resolución. El aspecto más difícil de la negociación ha sido el de la inspección de la distribución de alimentos y medicinas entre los kurdos.

Indemnizaciones billonarias

El acuerdo alcanzado ayer no precisa el número específico de observadores internacionales que vigilarán el reparto de bienes de carácter humanitario ni las regiones concretas en las que trabajarán. Pero el memorándum firmado da derecho a la ONU a que sus funcionarios tengan "movimiento sin restricciones" para cumplir con su misión. Un tercio de los ingresos por las ventas de petróleo serán dedicados a pagar indemnizaciones por los daños causados por la invasión de Kuwait e irán destinados a dotar de fondos a la comisión de compensación de la ONU que tiene sobre la mesa 2,6 millones de reclamaciones individuales llegadas de casi un centenar de países por unos 190.000 millones de dólares (unos 24 billones de pesetas). Más de 100.000 de esos millones son reclamaciones de Kuwait.El Gobierno de Irak confía en mejorar los términos del compromiso en próximas negociaciones con la ONU, y espera que este sea el principio del levantamiento total del embargo internacional. "Creemos que esto puede ser la base de un nuevo entendimiento entre Irak y las Naciones Unidas", declaró ayer el representante del régimen de Bagdad en estas negociaciones, Abdul. Amir al-Anbari.

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