Los gradudados de la UE no quieren trabajar en el sector público

Un estudio sueco muestra que la mayoría elige las multinacionales norteamericanas

Trabajar en las instituciones públicas del propio país o en las de la Unión Europea no parece atraer a los jóvenes ingenieros y de estudios empresariales de los países de la Unión, recién graduados o en puertas de serlo. Sin embargo, la mayoría se vuelve loca por ingresar en las multinacionales. "Como universitario, me parece preocupante que los valores que representan el trabajo en lo público, que tienen una repercusión social, queden muy por debajo de una mayoría que da prioridad a lo individual y a la competitividad", opina Francisco Michavila, catedrático de Matemáticas en la Un...

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Trabajar en las instituciones públicas del propio país o en las de la Unión Europea no parece atraer a los jóvenes ingenieros y de estudios empresariales de los países de la Unión, recién graduados o en puertas de serlo. Sin embargo, la mayoría se vuelve loca por ingresar en las multinacionales. "Como universitario, me parece preocupante que los valores que representan el trabajo en lo público, que tienen una repercusión social, queden muy por debajo de una mayoría que da prioridad a lo individual y a la competitividad", opina Francisco Michavila, catedrático de Matemáticas en la Universidad Politécnica de Madrid y secretario general del Consejo de Universidades.

Tales presagios vienen reflejados en el informe The European Graduate Survey 96, dirigido por la empresa sueca Universum, entregada desde hace nueve años a la publicación de estudios y revistas relacionados con cuestiones universitarias. Practicado entre 16.000 jóvenes de ingenierías y ciencias empresariales recién gradudados en la Universidad o en su último curso, el informe es la actualización de otro publicado en 1995 en el que ya aparecían las multinacionales norteamericanas como primera aspiración.

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Ha respondido el 47,3% de los encuestados, que proceden de 56 centros educativos superiores de 14 países europeos. En España, han sido consultados jóvenes de las universidades politécnicas de Madrid y Cataluña, ICAI (Instituto Católico de Artes e Industrias) e ICADE (Instituto Católico de Administración y Dirección de Empresas) de Madrid (ambos de la Universidad Pontificia Comillas), IESE (Instituto de Estudios Superiores de la Empresa y ESADE (Escuela Superior de Administración de Empresas) de Barcelona.

Suben las consultoras

Algunas variaciones se han producido entre los resultados del ano pasado y los del presente: Los jóvenes han desbancado en sus preferencias a las empresas de informática, dando prioridad a las consultoras. Además, por primera vez aparece entre las cinco empresas más deseadas una europea, la BMW (Alemana) que se clasifica por detrás de McKinsey, Boston Consulting Group y Andersen Consulting. "Las compañías europeas que esperan competir en el mercado de los nuevos graduados tendrán que desarrollar un acercamiento paneuropeo para crear una estrategia de empleo y de comunicación con los jóvenes graduados, al igual que hacen la mayoría de sus competidoras norteamericanas", comenta Yann Blandy, uno de los expertos que han dirigido el estudio.La explosión de la utilización de Internet es otra de las novedades. En 1995 lo utilizaba el 37%, en la actualidad, el 61,7%, siendo España e Italia los países donde menos se navega por estas nuevas redes de la comunicación.

Estos jóvenes consideran que el empleador ideal es el que les permita "obtener buenas referencias para el futuro de mi carrera", lo que indica que de su primer empleador es del que esperan obtener experiencia y no necesariamente que represente la compañía en la que permanecerán durante un largo periodo.

Quieren un jefe que se muestre "receptivo con las ideas, sugerencias y opiniones de sus subordinados" y en sectores que tengan que ver con la dirección de empresas consultoras pero también de bancos, instituciones financieras y del sector fabril. Lo que no les apetece nada es ejercer su profesión en las casas de seguros, auditoras o compañías de electrónica de consumo.

Jóvenes exigentes

El espejo de la encuesta refleja jóvenes exigentes que quieren trabajar en organizaciones dinámicas, en un medio multinacional y multicultural y con posibilidades de dirigir una gran variedad de tareas en equipo con sus colegas, disfrutando de la oportunidad y la responsabilidad de trazar su propio trabajo al que aplicarían su propia creatividad. Puesto así el panorama, no les preocupa demasiado tener un salario competitivo cuando se inician aunque las remuneraciones por debajo de lo que ellos consideran la media les parecen muy poco atractivas. "Aprender y desarrollarse en el trabajo es algo crucial para su futuro, un futuro en el que no desean cambios acelerados en el medio empresarial porque pueden ser peligrosos", comenta Yann Blandy.Al dar prioridad más de la mitad de los encuestados a factores como "motivación en la empresa" y "organización flexible" están "pidiendo una dimensión humana de la vida empresarial", subraya Yann Blandy. Sólo los españoles y los italianos se decantan por otros intereses como "mantenerse en la vanguardia en investigación y desarrollo". Entre los españoles, más de la mitad da prioridad a "un ambiente de trabajo con gente con la que también me puedo divertir socialmente" y un 21% da especial importancia a que la empresa "practique cursos de formación permanente". Lo que menos les gusta a la mayoría de los españoles es "tener pocas posibilidades de promoción" y "trabajar con productos y servicios de carácter moralmente dudoso".

En cuanto a sus propias vidas, el 60% se decanta por "mi desarrollo personal, ejercer una carrera y formar una familia". Y son muy pocos los que prefieren colaborar con organizaciones no lucrativas o desarrollar el talento artístico y creativo, al igual que sucedió en la encuesta de 1995. Pesimista, Francisco Michavila concluye: "El valor de la solidaridad tiene que tener un predominio sobre el de la competencia. Yo reivindico la solidaridad. Resultados como éstos conducen a reflexiones sobre la necesidad de modificar ciertos esterotipos sobre sector público y los estigmas de pensar que lo público es malo y lo privado bueno. Se trata de reformar lo público para conseguir una sociedad donde se mejore el impulso de lo colectivo y no de lo individual. No admito que la eficiencia sea un valor de lo privado.

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