Helmut Kohl despide al presidente agradeciéndole su "pasión" europeísta

ENVIADO ESPECIAL No se sabe si por amistad, por veteranía o por compartir a grandes rasgos las mismas ideas sobre el futuro del Viejo Continente, pero lo cierto es que le tocó al canciller alemán, Helmut Kohl, pronunciar ayer las palabras de despedida a Felipe González de ese selecto club que forman los quince jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE).

El democristiano Kohl, que no disimula su aprecio por el jefe del Gobierno socialista, al que llama "Filipe", se alegró de que le incumbiese tal tarea y no se anduvo por las ramas a la hora de elogiar a un político español co...

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ENVIADO ESPECIAL No se sabe si por amistad, por veteranía o por compartir a grandes rasgos las mismas ideas sobre el futuro del Viejo Continente, pero lo cierto es que le tocó al canciller alemán, Helmut Kohl, pronunciar ayer las palabras de despedida a Felipe González de ese selecto club que forman los quince jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE).

El democristiano Kohl, que no disimula su aprecio por el jefe del Gobierno socialista, al que llama "Filipe", se alegró de que le incumbiese tal tarea y no se anduvo por las ramas a la hora de elogiar a un político español con el que lleva once años sentándose en los Consejos Europeos. Agradeció en nombre de sus colegas y en el suyo "la eficacia, la dedicación y la pasión que Felipe González ha puesto en la construcción europea". Todos aplaudieron. Fue "muy afectuoso", comentó después el homenajeado.

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Poco antes de escuchar a "Jermut", como suele llamar González al canciller, el presidente español había asegurado en la puerta de su hotel que no sabía qué decir a la hora de despedirse. "Lo más operativo sería decir hasta luego", declaró sugiriendo que no tardará en volver a ocupar el cargo que ahora deja. No era del todo verdad, porque sus colaboradores le habían preparado un texto en el que se inspiró para contestar.

Les anunció a sus homólogos que seguirá "corno español y como europeo comprometido con esta causa de Europa", además de rogarles que sean tan respetuosos con su sucesor como con él. Les contó después en los pasillos que no hay ningún motivo de inquietud porque el nuevo Ejecutivo español estará formado en un plazo "muy razonable". Confirmó también que seguirá vinculado la la construcción europea como responsable político y dentro del Partido de los Socialistas Europeos", que reagrupa a las formaciones socialistas del Viejo Continente.

Antes de reanudar plenamente su actividad política, González aprovechará los cien días de gracia del Gobierno popular para pasar de los mil metros de profundidad a los que llegó a estar cuando estallaron los escándalos "y hacer descomprensión de aquí al verano". "Así estaré en condiciones de vivir en la superficie", comentó riéndose. La descompresión consistirá en viajar, y entremezclar turismo y conferencias.

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Cuando regrese al ruedo político tendrá "absoluta libertad" para fijar su posición sobre Europa y otros asuntos.

No quiso definir su postura con mucha precisión, pero sí vaticinó que la Conferencia Intergubernamental para reformar la UE que se inauguró ayer "no será fácil" porque, a diferencia de lo que sucedió cuando se negoció el Acta única o el Tratado de Maastricht, "la situación de los distintos países no es la misma". "Quizá falten motores para hacer una construcción europea muy decidida".

Aludió así sin nombrarla a Francia, un país cuyos titubeos en la construcción europea, acentuados por el regreso al poder de un presidente neogaullista como Jacques Chirac, preocupan a la diplomacia española.

España, señaló por último González, tiene para los próximos años dos grandes retos en Europa. El primero es formar parte en 1999 del núcleo de países que accedan a la moneda única. La negociación para la ampliación de la UE al Este es el segundo "porque es imposible encararla" sin un esfuerzo financiero adicional de los socios más ricos. De lo contrario, "perjudicaría gravemente a los países de la cohesión", entre los que España ocupa un papel destacado.

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