Corte fuerte innecesario

Los olmos siberianos -Ulmus pumila- de la fotografía de la izquierda han sufrido una poda severa. Se sitúan en el paseo de la Chopera. El distrito de Arganzuela, así como el de Centro y Carabanchel lo lleva Fomento de Construcciones y Contratas, a quien el Ayuntamiento ha adjudicado por 365 millones la conservación de 17.967 árboles y 202 jardines, que ocupan 171 hectáreas. Como en los casos anteriores, las juntas de los tres distritos han indicado a la contrata dónde podar según las peticiones recibidas. Las máquinas han cortado en el paseo de la Chopera cinco metros de altura de ramas...

Los olmos siberianos -Ulmus pumila- de la fotografía de la izquierda han sufrido una poda severa. Se sitúan en el paseo de la Chopera. El distrito de Arganzuela, así como el de Centro y Carabanchel lo lleva Fomento de Construcciones y Contratas, a quien el Ayuntamiento ha adjudicado por 365 millones la conservación de 17.967 árboles y 202 jardines, que ocupan 171 hectáreas. Como en los casos anteriores, las juntas de los tres distritos han indicado a la contrata dónde podar según las peticiones recibidas. Las máquinas han cortado en el paseo de la Chopera cinco metros de altura de ramas principales y casi todas las ramitas secundarias. Este tipo de poda sólo es recomendable para reequilibrar un árbol, no para facilitar la visión. Sólo toleran este tratamiento especies de algunos géneros -como los plátanos y olmos, muy comunes en la capital.Benito Cotarelo, profesor de jardinería de la Escuela de Capacitación Agraria de San Fernando de Henares, indicaba en una ponencia en 1993 que esta poda tradicional se aplica a especies frondosas cuando tiene fundamento sólo en los frutales; rompe la estética natural del árbol, disminuye su resistencia y acorta su vida.

El remedio, irónicamente, acabará reproduciendo los problemas por los que se ordenó que se efectuase, indica el biólogo y fitopatólogo Alex G. Shigo, estadounidense de 66 años que ha publicado 270 obras fruto de sus investigaciones. Las hojas nacerán más grandes que las anteriores a la poda, y las nuevas ramas más altas, pero más débiles.