Películas contra el tópico luchan por los 'oscars'

La carrera por los premios incluye títulos arriesgados y grandes papeles femeninos

Éstas son algunas de las películas más importantes del año cinematográfico que acaba de cerrarse en Estados Unidos y que sin duda acudirán a los oscars en marzo: una historia sobre un alcohólico suicida que estuvo a punto de no rodarse; la biografía gris de un presidente muerto que tampoco encontraba productora; una novela del siglo pasado que tardó cinco años en dar con el dinero preciso, y una historia verídica sin encanto alguno sobre la ejecución de un condenado a muerte. El empeño de los independientes, el riesgo comercial y la abundancia de grandes papeles femeninos han marcado una tempo...

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Éstas son algunas de las películas más importantes del año cinematográfico que acaba de cerrarse en Estados Unidos y que sin duda acudirán a los oscars en marzo: una historia sobre un alcohólico suicida que estuvo a punto de no rodarse; la biografía gris de un presidente muerto que tampoco encontraba productora; una novela del siglo pasado que tardó cinco años en dar con el dinero preciso, y una historia verídica sin encanto alguno sobre la ejecución de un condenado a muerte. El empeño de los independientes, el riesgo comercial y la abundancia de grandes papeles femeninos han marcado una temporada tras la que las, candidaturas para los oscars de Hollywood estarán bien nutridas de material por encima de la media.

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No es que lo desagradable, obtuso y deprimente sea sinónimo de calidad, pero sí es de agradecer que al menos este año no se vaya a repetir un fenómeno Forrest Gump como el de la temporada pasada. A menos que Apollo 13 imponga las reglas del juego de lo fácil y predecible.La primera de las mencionadas es Leaving Las Vegas, un relato de sordidez inaudita basado en la autobiografía de un alcohólico que se suicidó antes de acabar el rodaje. Su director, el británico Mike Figgis, había conseguido que los impagables Nicolas Cage y Elizabeth Shue rebajaran sus sueldos a una fracción de su precio habitual, pero ni aun así consiguió que una productora americana creyera en su guión.

Finalmente, Leaving Las Vegas se pudo financiar gracias a la productora francesa Lumiére, y constituye ahora todo un reto para la Academia de Hollywood: ¿será capaz esta institución de premiar tal canto a la desolación humana?

No menos desolador es el retrato que Oliver Stone hace del ex presidente Nixon en su película del mismo nombre. Rechazada por la Warner Brothers por el presupuesto que pedía Stone, halló respaldo en una filial de los estudios Disney, y ahora nadie duda de que al menos su protagonista, Anthony Hopkins, estará entre los candidatos.

Actriz y guionista

Uno de los pocos rayos de luz que entran en esta espesura de favoritos es el emitido por Sense and sensibility, la comedia de costumbres del taiwanés Ang Lee, cuyo guión tardó cinco años en escribir Emma Thompson basándose en la novela de Jane Austen. Una premisa que huele a Merchant-lvory, pero que reserva muchas recompensas en su metraje. La productora de Sidney Pollack, que ya demostró su afición al riesgo con la sensacional Buscando a Bobby Fischer, uno de los mayores fracasos económicos del cine independiente americano, consiguió el dinero para Sense and sensibility, que puede ser la película con más candidaturas este año.De regreso al lado amargo, el actor Tim Robbins firma su segunda película como director, la muy bien equilibrada Dead man walking, historia verídica de un condenado a muerte totalmente despreciable y la monja que acude a su lado en sus últimas horas. Sean Penn y Susan Sarandon dejan caer, como sin darse cuenta, lo mejor de sus carreras.

Aparte de todas estas propuestas, dos fabulosas cintas para niños robaron la atención de la crítica y son las favoritas de muchos, pero de llegar a los premios de Hollywood, éstos demostrarían un sentido del, humor poco probable. Se trata de Toy story, la primera película de animación generada íntegramente por ordenador, y Babe, la ya famosa aventura para todos los públicos de un pequeño cerdo.

Otros actores que han dejado una huella histórica este año son un tal Robert de Niro y un tal Al Pacino, quienes aparecieron juntos por primera vez en una película: Heat. En El Padrino, el primero era el padre (en su juventud) del segundo, y, por tanto, no coincidieron en ninguna escena. En Heat comparten una muy breve, pero lo que dan por separado convierte a esta cinta en algo único e irrepetible.

Y si antes se mencionaba a Babe como uno de los éxitos que, pese a todo, sólo podrá aspirar a una o dos candidaturas de consolación, casi lo mismo ocurrirá con ofertas tan sanas para la industria y para los aficionados como el tándem Smoke-blue in the face, la comedia romántica Los hermanos McMullen y, para no romper la tradición, la nueva de Woody Allen, Mighty Aphrodite. El documental de Terry Zwigoff Crumb, sobre el dibujante de cómics, está también entre los tres mejores estrenos del año, según la crítica americana.

Es imperdonable que una joya como Il Postino no vaya a estar en Ios premios más importantes del cine internacional porque, al ser su director de nacionalidad británica, Italia haya decidido no remitirla. En el apartado de películas extranjeras, por ahora, en EE UU, no se habla ni una palabra sobre La flor de mi secreto, pero sí sobre la película francesa con Victoria Abril Gaon Maudit, recién estrenada.

El consuelo final es que cualuier reflexión sobre lo que ha sido este o, para el caso, cualquier otro año cinematográfico lleva a la conclusión más evidente: no por acabar en los oscars una película es mejor o peor. El que se hayan podido realizar es motivo de optimismo, y este año ha habido muchas razones para ir al cine.

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