José Carlos Plaza y Ana Belén crean un disparatado canto a la libertad sexual

"Teníamos ganas de divertirnos y de aunar dos campos en los que ya hemos colaborado juntos varias veces: el teatro y la música", dicen tanto la actriz y cantante Ana Belén como el director José Carlos Plaza. Para colmar sus deseos encontraron La bella Helena, de Offenbach, con libreto de Meilhac y Halévy, una opereta de finales del siglo pasado, que sus autores crearon para reírse con y de sus contemporáneos. Para que la broma en cuestión no perdiera lo que fue en sus orígenes se ha contado con la adaptación de Vicente Molina Foix y los arreglos de Mariano Díaz. Tras su estreno en Méri...

"Teníamos ganas de divertirnos y de aunar dos campos en los que ya hemos colaborado juntos varias veces: el teatro y la música", dicen tanto la actriz y cantante Ana Belén como el director José Carlos Plaza. Para colmar sus deseos encontraron La bella Helena, de Offenbach, con libreto de Meilhac y Halévy, una opereta de finales del siglo pasado, que sus autores crearon para reírse con y de sus contemporáneos. Para que la broma en cuestión no perdiera lo que fue en sus orígenes se ha contado con la adaptación de Vicente Molina Foix y los arreglos de Mariano Díaz. Tras su estreno en Mérida y en Gijón, esta noche se presenta en el teatro Albéniz de Madrid, donde estará hasta finales de enero. José Carlos Plaza, califica esta producción de Fila 7 como un "divertimento, un canto a la libertad sexual y auténtico disparate en el que se ha buscado hacer reír al público desde un humor en la línea de los hermanos Marx".Junto a José Carlos Plaza, está Vicente Molina Foix como adaptador del texto y de las letras de las canciones, quien afirma que ha modernizado la versión, respetando el original; Pedro Moreno como responsable del vestuario, sofisticado y glamouroso, y Mariano Díaz como arreglista de la partitura de Offenbach, reconvertida en música moderna, que toca en directo. Esta farsa sobre el destino, la tragedia, la moral y el orden establecido, nos muestra a una Ana Belén libertina y alocada, pero que por su condición de reina tiene que respetar una serie de obligaciones sociales. Ella para saltarse a la torera esas normas y flirtear con quien se le ponga por delante, le echa la culpa a la fatalidad.