Greenpeace sospecha que tras algunos grandes incendios hay intereses por abaratar la madera

Greenpeace sospecha que tras algunos grandes incendios forestales se ocultan intereses comerciales de los intermediarios de la madera que buscan poner más producto en el mercado para que bajen los precios. De los árboles quemados se aprovecha casi todo su tronco.Mario Rodríguez, portavoz de esta organización ecologista en las campañas de bosques, dijo ayer: "Hay que analizar por qué cada cuatro-cinco años se dispara el número de incendios". Efectivamente, los picos de las estadísticas de las llamas se han producido en 1985, 1989 y 1994. Y aportó otra extraña coincidencia: "Justo los años anter...

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Greenpeace sospecha que tras algunos grandes incendios forestales se ocultan intereses comerciales de los intermediarios de la madera que buscan poner más producto en el mercado para que bajen los precios. De los árboles quemados se aprovecha casi todo su tronco.Mario Rodríguez, portavoz de esta organización ecologista en las campañas de bosques, dijo ayer: "Hay que analizar por qué cada cuatro-cinco años se dispara el número de incendios". Efectivamente, los picos de las estadísticas de las llamas se han producido en 1985, 1989 y 1994. Y aportó otra extraña coincidencia: "Justo los años anteriores a los veranos catastróficos hubo muy poca extracción de madera, con lo que los precios se elevaban". Mario Rodríguez aclaró: "Creemos que el negocio de la madera quemada es lo suficientemente importante -supone un

15% del total de madera introducida en el mercado en España como para investigar su conexión con algunos grandes incendios. No decimos que sea la causa principal, pero sí una causa a investigar". Y advirtió que esta sospecha lanzada ahora supone sólo el primer paso de una amplia campaña de investigación que Greenpeace se dispone a realizar. Criticó que el Ministerio de Agricultura sólo sea capaz de concretar la causa de la mitad de los fuegos. Greenpeace ya empezó el otoño pasado a buscar estas relaciones denunciando que tras el incendio de 15.000 hectáreas en Yeste (Albacete) veía intereses empresariales.

Por su lado, Fernando Prieto, que realiza informes sobre incendios para el Fondo Mundial de la Naturaleza, CC OO y Greenpeace, hizo un repaso que muestra cómo las repoblaciones mal hechas y con especies no autóctonas -como eucaliptos y algunos tipos de pinos- son las que más han sufrido en los últimos diez años los efectos del fuego.

Greenpeace volvió a insistir en que hay que invertir mucho más dinero en prevención que en extinción, lo contrario de lo que se hace ahora, con una selvicultura bien entendida. "Tampoco se trata de dejar los bosques como jardines, necesitan maleza", dijo Mario Rodríguez.

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