GUERRA EN LOS BALCANES

Clinton envía al mar Adriático un portaaviones armado con misiles

Estados Unidos envió ayer un portaaviones a aguas del Adriático, al mismo tiempo que defendió que los ataques aéreos son la mejor manera de responder a la captura por parte de los serbohosnios de rehenes de las fuerzas multinacionales en el territorio de la antigua Yugoslavia. Mientras tanto, el presidente Bill Clinton pidió al presidente ruso, Borís Yeltsin, que utilice su influencia sobre los serbios para obligarles a detener las agresiones.

El Gobierno norteamericano, que ha sido el principal promotor de acciones de fuerza contra los serbios, no quiere que la OTAN ceda ahora a las am...

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Estados Unidos envió ayer un portaaviones a aguas del Adriático, al mismo tiempo que defendió que los ataques aéreos son la mejor manera de responder a la captura por parte de los serbohosnios de rehenes de las fuerzas multinacionales en el territorio de la antigua Yugoslavia. Mientras tanto, el presidente Bill Clinton pidió al presidente ruso, Borís Yeltsin, que utilice su influencia sobre los serbios para obligarles a detener las agresiones.

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El Gobierno norteamericano, que ha sido el principal promotor de acciones de fuerza contra los serbios, no quiere que la OTAN ceda ahora a las amenazas de los serbobosnios contra los cascos azules. "Creo que los ataques aéreos serán efectivos y, con el tiempo, creo que conseguirán el resultado deseado", declaró ayer en Roma el secretario de Defensa norteamericano, William Perry.'El desplazamiento del Roosevelt, que se acerca a la zona con medio centenar de aviones a bordo y acompañado. por un crucero armado con misiles, es una medida preventiva tomada ante el grave aumento de la tensión militar en Bosnia, según un portavoz del Pentágono. "Queremos disponer de un aeropuerto flotante por si es necesario", dijo la fuente citada por Reuter.

Esta medida, según otros observadores, puede responder tanto a la posibilidad de incrementar los ataques aéreos contra los serbios como a la necesidad de evacuar urgentemerite al personal de las Naciones Unidas que más amenazado se encuentra en Bosnia.

Reacción esperada

El portavoz de la Casa Blanca, Michael McCurry, dijo ayer que el secuestro de los inspectores militares de la ONU y de los cascos azules era una de las reacciones que se esperaban de los serbios tras los bombardeos de la OTAN. McCurry aseguró que "existe un plan para ese tipo de contingencia" y que las fuerzas de paz de la ONU están preparadas para poner en marcha ese plan.Ante la gravedad de la situación, el Gobierno norteamericano trató ayer de cerrar filas con sus aliados europeos y buscar dentro de la Alianza Atlántica y de las Naciones Unidas la respuesta adecuada a los secuestros de efectivos de la ONU.

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Estados Unidos siente una cierta responsabilidad por el desarrollo de los acontecimientos, puesto que ha sido Washington el que con más insistencia ha apostado por los bombardeos contra los serbios y el principal protagonista de los dos últimos ataques. De hecho, la mayoría de los aviones que dispararon el jueves contra el depósito de municiones de Pale llevaba bandera de Estados Unidos.

Esa operación fue ejecutada con un modesto y silencioso apoyo de los aliados europeos y sin consultar a Rusia.

Por su parte, el secretario de Defensa norteamericano, William Perry, sostuvo que los ataques aéreos deben continuar, aunque éstos no puedan evitar inmediatamente los bombardeos serbios sobre la población civil en Sarajevo.

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