FIN DE LA GUERRA DEL FLETÁN

Canadá había decidido usar la fuerza contra barcos españóles horas antes del acuerdo con la UE

ÁNGELES ESPINOSA ENVIADO ESPECIAL Las amenazas de Brian Tobin no fueron una bravuconada. Canadá estuvo a punto de intervenir militarmente contra los pesqueros españoles el sábado poco antes de que se alcanzara un compromiso en Bruselas. Según informó anoche la emisora estatal Radio Canadá, "sólo por media hora se evitó el empleo de la fuerza". En ese momento, Canadá tenía en la zona siete patrulleras del servicio de guardacostas y los destructores Gatineau y Nipigon.

Tanto el portavoz del Ministerio canadiense de Asuntos Exteriores, Yves Brodeur, como el embajador de España en O...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

ÁNGELES ESPINOSA ENVIADO ESPECIAL Las amenazas de Brian Tobin no fueron una bravuconada. Canadá estuvo a punto de intervenir militarmente contra los pesqueros españoles el sábado poco antes de que se alcanzara un compromiso en Bruselas. Según informó anoche la emisora estatal Radio Canadá, "sólo por media hora se evitó el empleo de la fuerza". En ese momento, Canadá tenía en la zona siete patrulleras del servicio de guardacostas y los destructores Gatineau y Nipigon.

Tanto el portavoz del Ministerio canadiense de Asuntos Exteriores, Yves Brodeur, como el embajador de España en Ottawa, José Luis Pardos, desmintieron a este diario que se hubiera llegado a una situación tan dramática. "Los medios de comunicación han exagerado mucho en este asunto, pero no creo que se llegara a tanto", declaró Brodeur, para quien la emisora podría haber tomado por tal el proceso formal habitual de petición de permiso para uso de la fuerza en caso de necesidad.

Más información

El embajador Pardos, por su parte, reconoció que el subsecretario de Exteriores, Gordon Smith, empleó "un lenguaje muy duro" cuando el pasado viernes por la noche les comunicó -al encargado de negocios francés, al representante de la UE y a él mismo- que Canadá estaba dispuesta a reanudar sus acciones contra los pesqueros españoles. "En ese momento, yo me temí lo peor, pero tanto como haber estado a punto de disparar, no me consta", dijo sorprendido por la noticia.Autorización de ChrétienEntonces, ¿por qué se les preguntó a los 175 marinos y oficiales implicados en la operación si estaban dispuestos a participar en una operación en la que se usaran las armas? "En caso de peligro, habría que disparar y ésta era una tarea voluntaria, por lo que cualquiera que no quisiera participar sería excusado", aseguró Radio Canadá. Según Tobin, "a pesar del riesgo, todo el mundo decidió quedarse". "De hecho estuvo bastante claro que el cañonero estaba sólo a media hora de los españoles cuando se produjo el acuerdo", declaró a Radio Canadá el presidente del Sindicato de Pescadores de Terranova, Earle McCurdy, con quien Tobin ha estado en contacto directo durante toda la crisis. De acuerdo con su versión de los hechos, el ministro de Pesca solicitó la autorización del primer ministro, Jean Chrétien, quien estaba dispuesto a actuar a pesar de la oposición de algunos funcionarios de Exteriores. Ni en el Ministerio de Pesca, ni en el de Defensa, había nadie ayer para confirmar esta información.

Paralelamente a esos incidentes, la Unión Europea y Canadá ¿erraban ayer el acuerdo pesquero. En él se establecen unos porcentajes fijos que extenderán su validez a años venideros, informa Javier Sampedro. Del total anual de capturas -que la NAFO define cada año , y que en 1995 está fijado en 27.000 toneladas, Canadá podrá pescar una cuarta parte dentro de sus 200 millas jurisdiccionales. El 75% restante se pescará en los caladeros donde habitualmente faena la flota española -fuera de la jurisdicción de Canadá y al sur del paralelo 49- y se repartirá así: un 41% para la UE, un 13% para Canadá y un 21% para terceros países como Polonia y Rusia. La UE podrá negociar con esos terceros países parte de su cuota. También están por determinar los porcentajes que, dentro de la UE, corresponderán a España y Portugal.

En aplicación de estos porcentajes, la flota comunitaria podrá pescar en 1995 algo más de 11.000 toneladas, de las que 6.000, ya han sido capturadas. Canadá podrá pescar este año hasta un máximo de 10.000 toneladas, una cifra que supone el 37% del total fijado por la NAFO para 1995. De esta cantidad, unas 7.000 toneladas las capturará Canadá en sus aguas territoriales, y el resto en aguas internacionales. El acuerdo será sometido por las dos partes al resto de los socios de la NAFO, probablemente en mayo.

Aparte de las cuotas, el acuerdo compromete a Canadá a retirar la legislación que le permitía apresar pesqueros fuera de las 200 millas, a retirar los cargos contra el Estai, a devolver la fianza pagada para la liberación del congelador y a indemnizarle por el pescado. embargado. España mantendrá su reclamación ante el Tribunal de La Haya en lo referente a la compensación por daños y perjuicios.

Sobre la firma

Archivado En